Vivir decentemente
En el sermón de las 7 Palabras la Iglesia asumió la postura de sus feligreses, de la gente simple del pueblo que está harta de que le hagan ver que es una porquería y que el fin justifica los medios y tenemos control de todas las instituciones, disponibilidad de recursos sin fondos y el adocenamiento de una población gracias a la intimidación y el miedo. Recientemente un conocido planteó en Facebook que el suicidio de Alan García, mientras iban a detenerlo por el caso Odebrech se debía a la presión del gobierno de Donald Trump, yo le respondí:
No es tan simple el asunto. Lo que sucede es que en Perú, como en Ecuador, Colombia y el mismo Brasil le han pedido cuentas a los que cayeron en las redes corruptas y los sobornos de la Odebrech; no busquemos la paja en el ojo ajeno.
No es culpa de USA que nuestros gobernantes se vuelvan corruptos, es una particular condición de cada quien. Pepe Mujica se fue con más dignidad con la que entró al gobierno. Ese Fidel al que han querido enlodar tantas veces devolvió al estado cada regalo que le dieron, incluso parte de la pijamas que eran su hobbie. Hugo Chávez, Juan Manuel Santos y Ricardo Lagos salieron sin manchas, por López Obrador, aunque esta iniciando, meto mis manos, y nunca olvidemos a nuestro Juan Bosch que doña Carmen tuvo que terminar de saldar los pagareses de una TV y unos muebles sencillos de mimbre que debían al momento del derrocamiento.
Fuimos el segundo país en sobornos y aquí funcionó la oficina de la constructora que los manejó y hemos hecho un tollo para que nadie vaya preso, y por sobre todas las cosas no se han de tocar las ausencias que el expediente dejó, eso es, por mucho, “algo más que salud”.
