Opinión Articulistas

Algo más que salud

Algo más que salud

José Díaz

Carta a Octavio Mejía

En las últimas entregas rememoré a la Raza Inmortal a través de uno de ellos: Octavio Mejía Ricart. Tú, con solo 28 años, fuiste parte de la inmolación colectiva donde perdieron la vida, en esos pocos días de lucha, 244 de tus compañeros, la gran mayoría luego de tortura atroz. Los que te sobrevivieron, Octavio, fueron Delio Gómez Ochoa, Gonzalo Almonte Pacheco, Mayobanex Vargas, Francisco Medardo Germán, Poncio Pou y Pablito Mirabal. Pablito y Delio fueron dos de los 15 cubanos que vinieron. A Gonzalo Almonte Pacheco lo mataron y desaparecieron a los pocos días.

Tú, ya un médico brillante, especialista en cirugía torácica y catedrático de la universidad de La Habana, miembro de una familia histórica relevante, debiste preservarte; toma en cuenta Que decías que sabías que apenas tenían un 10% de éxito, y por ende, de sobrevivir.

Ustedes, esa pléyade de bellos seres humanos, hubieran servido para construir una mejor sociedad, y ten la seguridad de que, 66 años después, las cosas no es que estén mejores que las que ustedes querían cambiar, entonces; hoy prima la corrupción, el “dame lo mío”, la pobreza en esos a los que le dedicaste tu corazón en tu “Testamento sentimental” (“aquellos que sintieron el látigo del sol y la miseria y llevaron a cabo la cosecha para darme la oportunidad de estudiar”), y una impunidad que raya en la vergüenza.

Termino de escribirte en el 116 aniversario del nacimiento de Juan Bosch alguien parecido a ti, que quería un mundo sano, un mundo bueno, un mundo que protegiese a los más desvalidos, y que finalmente no murió como ustedes aunque estuvo en el proyecto de invasión de 1949, pero que sus ideales han sido echados a rodar por el suelo.

Octavio, insisto, si no te hubieras inmolado hoy tendrías 94 años, y sé qu