Luis Acosta Moreta es un dirigente político que se ha caracterizado por una intensa labor social en beneficio de los sectores más necesitados. No ha dejado de ser criticado por iniciativas controversiales que gente del pueblo, sobre todo amas de casa, han recibido con beneplácito.
Cuando ocupó la dirección de Desarrollo de la Comunidad fomentó una frontera religiosa, como definió la restauración de ermitas en las comunidades colindantes con Haití. Ahora, como parte de esa labor social, trabaja en la celebración del centenario de la presencia en el país de la congregación de las Hermanas Mercedarias.
Son las monjas a cargo del leprocomio, donde desde hace tres décadas cena en cada Nochebuena con las religiosas y los ingresados. Esa labor tan humana y solidaria de Acosta Moreta es por lo menos digna de exaltarse. Buenas obras son amores.
