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“Ama y haz lo que quieras”

“Ama y haz lo que quieras”

Eduardo Álvarez

San Agustín nos invita a obrar siempre con amor. Con fe, en su más sublime expresión. Trabaja para trascender. Ninguna tarea inmediata, cual imagen temporal no supera las influencias de una generación, ni sus alcances van más allá del espacio en que se produce. 

Nace, se desarrolla y muere con la etapa misma en que fue diseñada. Responde a las necesidades, intereses y cánones prevalecientes. Lo que trasciende más allá, ya es parte de la historia. Los resultados pueden enriquecer la historia en tanto trasciendan.

Todo se resume en la consagración ¿Consagración o exaltación?
Nos remitimos al valor individual, suma de los factores que dan paso a un programa exitoso. No podemos negar que cuentan las tendencias y preferencias particulares. Constituyen el eje formal de toda acción. El interés es la medida de la acción. Garantiza la permanencia, vigencia y afectos o preferencias en beneficio de la obra e imagen de un individuo, su entorno familiar y social o la entidad que representa.

Las cosas y las personas buenas resultan ser mejores cuando se les conoce, a decir de Bertolt Brecht. Cada época tiene sus exponentes, como decir su espíritu. Hombres representativos, como postula Ralph Waldo Emerson.

Los representativos de Emerson eran sólo seis -referidos al campo literario, por supuesto: Platón, Swedenborg, Montaigne, Shakespeare, Napoleón y Goethe. Muestras de las ideas que motorizaron, fortalecieron y dieron sentido a las tareas, momentos y lugares en que irrumpieron con grandes obras.

“¿Qué hace que el genio sea posible? Siempre hay un espíritu de la época y nos engañamos al permitirnos creer que lo más importante de una figura memorable es su relación con un periodo en particular.

Esta falsa creencia, académica y popular, supone que todo el mundo está determinado por factores sociales. “La imagen individual se somete a la antropología social o a la psicología de masa y es minimizada gracias a las explicaciones”.

Harold Bloom, Eric Hobsbawm, Zygmunt Bauman, Noam Chomsky, entre otros intelectuales contemporáneos a los que debemos acudir, necesariamente, para ilustrar y sustentar todo programa o proyecto de largo alcance con nuevas propuestas.

Por: Eduardo Álvarez

cenitcorp@gmail.com

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