En víspera de la inauguración este miércoles de las plantas de carbón de Punta Catalina, el anunciado ministro de Energía y Minas del próximo Gobierno precisó algunos aspectos sobre el destino de las unidades. Antonio Almonte aclaró que se preservarán los activos de las unidades y que la decisión de venderlas dependerá de los resultados de una auditoría. La posición es mucho más ecuánime que la permanente satanización para transparentar todo el proceso de construcción y operación de las plantas contratadas a un costo inicial de 2,340 millones de dólares. Sólo a través de la auditoría anunciada por Almonte es que se puede saber la situación financiera y los niveles de compromiso de las plantas. Punta Catalina, que aporta alrededor de 720 megavatios al sistema eléctrico, ha estado rodeada de especulaciones a todo lo largo del proceso de construcción.