En una de las caricaturas de Mafalda, creada por Quino, dividida en tres imágenes aparece ella en la primera brincando alegre en el parque rodeada de flores, pájaros y árboles florecidos y grita ¡Gracias a Dios llegó la Primavera!; en el segundo recuadro Mafalda aparece observando a dos ancianos y el aparentemente más viejo de ambos, ayudado por un bastón, le esta diciendo a su compañero: Gracias a Dios llegué a la Primavera, en el último cuadro se ve a Mafalda sola, saliendo del parque, mientras exclama, con el rostro serio: ¡Y yo diciendo trivialidades! Búsquenlo en la Red, y aunque creo comprendieron como se lo describí, nada como cuando lo vemos.

La primavera empezará a las 10 y 27 de la mañana del próximo sábado 20 de marzo, en esta oportunidad no coincidirá con el cumpleaños de mi hermano Frank que es 21, pero esa llegada de esta primavera la celebraré con más pasión que la del anciano de la caricatura, porque luego de un azaroso 2020, con pandemia incluida y decenas de percances e inconvenientes poder entrar a esta época del año mucho mejor en todos los sentidos, es para congratularse y repetir, ahora con signos de admiración: ¡Gracias a Dios llegué a la Primavera!

Hace un poco más de tres meses escribí: “El 2020 será recordado como el año del miedo, donde dejamos de ser nosotros para pasar a ser objetos de campañas mediáticas de terror en que nos confinaron y obligaron a dirigir nuestras vidas al paso de los que dirigen los hilos del poder.

Me cuidé, respeté las medidas, pero me negué a ser una pieza de recambio, y como le perdimos hace tiempo el miedo a la muerte no he dejado de ser yo, y lo que he hecho con más fe es fortalecer mi sistema inmunológico con una adecuada alimentación, mantener mi programa de ejercicio, tomar el sol regularmente, beber muchos líquidos, proteger mis afectos (que se vieron zarandeados), pero sobre todo no tener miedo, y eso representa “algo más que salud”.

Por: José Díaz
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