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Bibi Netanyahu firmará dos Estados en palestina

Bibi Netanyahu firmará dos Estados en palestina

UBI RIVAS

 

Aunque suene un imposible y una dicotomía, Benjamín Netanyahu (Bibi), primer ministro del Estado de Israel, que ganó una cuarta elección el 17 de este mes de marzo, a la postre firmará un acuerdo definitivo para crear la anhelada fórmula de dos Estados en Palestina.

Bibi, que no las tiene todas consigo con el presidente Barack Obama, a quien desafió el pasado día tres, cuando pronunció un insólito discurso en pleno Congreso norteamericano apoyado por los republicanos y el AIPAC, donde cuestionó la política del gobernante estadounidense con Irán para solucionar la cuestión nuclear, sabe que la retórica de campaña es una cosa y la realpolitik, otra diferente.

Bibi usó el arma del chantaje en el Congreso estadounidense de la amenaza de Irán crear una bomba atómica, que en caso de hacerlo, no podría nunca usar contra los israelíes porque están geográficamente unidos a los palestinos, en Jerusalén y en Cisjordania.

Bibi usó el último día de campaña presidencial para decir a los israelíes que se oponía a la solución de dos Estados en Palestina, ganando el voto de medio millón de colonos asentados en tierras de Cisjordania que pertenecen a la Autoridad Nacional Palestina, como la Franja de Gaza, inminente hogar de los palestinos residentes allí, más cuatro millones en la diáspora, que decidió la justa comicial que los sondeos pronosticaban reñidas con Isaac Herzog, del Partido Laborista, aliado con Tzipi Livni, ex titular de Exteriores.

Es evidente que el presidente Obama carece de facultades para cortar el respaldo económico al Estado de Israel que aporta más de US$3 mil millones anuales del contribuyente estadounidense para reforzar la economía, la seguridad y la tecnología militar israelí, la más respetable del Cercano Oriente, porque ese capítulo es facultad del Congreso, que dominan los republicanos.

Empero, el presidente Obama puede eliminar el veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, contrario a como ha procedido siempre, el único de los cinco miembros que se ha opuesto, para que el máximo foro mundial reconozca al Estado Palestino, y traduciría un rotundo revés al Estado de Israel.

Idéntico a la resolución 181 del 29 de noviembre de 1947 de la ONU que creaba dos Estados en Palestina, que los árabes, craso error, rechazaron, ocasionando siete guerras desastrosas para los árabes.

En esa reformulación de la política norteamericana hacia su protegido privilegiado en Oriente Medio, el presidente Obama es presumible propicie que el Tribunal Penal Internacional de La Haya, que se reúne este entrante abril, conozca las denuncias de genocidio formulada por el presidente de la ANP, Nahum Abás, en la barbarie incurrida por el Estado de Isralel en la Franja de Gaza en la bárbara Operación Plomo Fundido de 2014 donde perecieron 2,034 palestinos, la mayoría niños, mujeres y ancianos no combatientes, y más de cien mil familias perdieron sus hogares arrasados por la aviación israelí.

Un crimen de lesa humanidad, pasible de juzgar el Tribunal Penal Internacional constituido en 1998 por el Estatuto de Roma, que el Estado de Israel se niega a firmar, porque se sabe reo de culpa.

Todos esos inconvenientes pudo el votante israelí ahorrarse escogiendo a Herzog primer ministro, conociéndose que el Partido Laborista es el que más propicia solucionar el impasse de dos Estados, que ha resultado una coherencia histórica de oposición del Likud, pero el voto de los colonos judíos de Cisjordania decidió la votación, total, que al final todos esos colonos serán reubicados en tierras del Estado judío y sus heredades incorporadas a los palestinos, a quienes pertenecen de jure, idéntico a como sucedió con los colonos israelíes en Gaza en 2005.

El presidente Obama, que ha restablecido el caos financiero que heredó de los republicanos con el crak de 2008 de los créditos basura sub prime provocado por los vándalos de Wall Street dominado por los judíos; que intenta un acuerdo de desarme nuclear con Teherán; legalizar a millones de indocumentados; ampliar la cobertura de salud de los norteamericanos y procurar un hogar seguro a palestinos e israelíes, resulta saboteado por los republicanos, básicamente por demócrata, y evidente por ser el primer presidente negro de Estados Unidos

Bibi Netanyahu varió su inviable tesis de un solo Estado en Palestina, por dos Estados, al siguiente día de su cuarta elección como primer ministro, un giro absoluto que delata un centelleante como sensato proceder ante las providencias que podría arbitrar el presidente Obama para solucionar la paz definitiva en el convulso Oriente Medio sin solución excluyendo la proclamación del Estado palestino, con fronteras seguras y mutuo respeto entre los hermanos de padre que son árabes y hebreos.

El Nacional

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