Opinión

Breve que te quiero breve

Breve que te quiero breve

Por:  Juan Carlos García

gmjc24@hotmail.com

La más antigua fiesta de Año Nuevo de la que se tienen referencias históricas se celebraba en Babilonia (en la actual Irak), hace 5 mil años. Los antiguos romanos consideraban el primer día del año el 25 de marzo, que era cuando daba comienzo la primavera. Por entonces era común el uso de calendarios lunares más adecuados a los ciclos agrícolas.

En el año 153 antes de nuestra era, a fin de poder planificar con tiempo las campañas militares de las Guerras Celtibéricas, se declaró el 1ro. de enero como primer día del año mediante un decreto del Senado romano. Aunque los 3 mil años previos, las diferentes civilizaciones celebraban el año nuevo el 25 de marzo.

Día de la Nueva Pureza, Día en que la rueda comienza, La Hora del Sol, El Retrayecto, La Primera llama, la Vuelta revive, Retorno al ombligo, El Momento más claro del calendario, El Renacer, son sólo algunos nombres con los que se designaba la fiesta del año nuevo.

El año que se implantó en calendario que hoy nos rige, se denominó Año de la Confusión pues para arreglar los desajustes hubo que contabilizar 455 días y agregar 2 meses de 33 y 34 días entre noviembre y diciembre. Durante la Edad Media, (que duró unos mil años) la fiesta del primer día del año cambió 12 veces. Entre los siglos XI y XIII se sacrificaban diferentes animales el primer día del año: chivos, terneros, becerros, cvervatillos, gacelas, renos, antílopes, berrendos o venados, nunca un cerdo.

La costumbre de celebrar con una fiesta la llegada del año nuevo el 1ro. de enero, comenzó en los últimos 400 años. El calendario gregoriano, que es el que actualmente se emplea en casi todo el mundo, debe su nombre al Papa Gregorio XIII y sustituyó al calendario juliano en 1582. Se creo para ajustar el calendario civil con el calendario litúrgico.

La tradición de tomar 12 uvas para despedir el año procede de Madrid, en 1899. El resto del mundo la adoptó como suya en menos de 30 años. La costumbre no arraigó en República Dominicana. En algunas islas del Pacifico, un hábil lugareño sube a la palmera, baja un coco lo parte y se lo bebe como primera y sagrada acción del año.

El Nacional

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