TORONTO – Considerando la cantidad de jonrones que Miguel Cabrera disparó gritando al campo opuesto durante 19 temporadas, el cuadrangular número 500 de su carrera parecía una instantánea de su increíble carrera.

“Lancé un cambio allí y estaba bastante lejos”, dijo el abridor de los Azulejos, Steven Matz, el lanzador número 345 de la MLB que Cabrera ha llevado profundo. “Ni siquiera fue un strike”.

Fue una configuración adecuada. Así fue la situación.

“Fue un buen momento, porque empató el juego allí mismo”, dijo Cabrera después de la victoria de los Tigres por 5-3 en 11 entradas en el Rogers Center el domingo. “Eso fue importante para nosotros porque llegamos hoy tratando de ganar la serie”.

De hecho, una de las primeras cosas que dijo Cabrera después de recorrer las bases fue: “Vamos”. No quería que el jonrón fuera un premio de consolación en un viaje por carretera.

Y mientras los Tigres celebraban en la casa club luego de una agotadora victoria en 11 entradas, Cabrera, el miembro número 28 del club de 500 jonrones de las Grandes Ligas, agradeció a su equipo.

“Simplemente nos agradeció por todo el apoyo”, dijo el gerente A.J. Dijo Hinch. “Quería esto para nosotros tanto como nosotros lo queríamos para él”.

Cabrera se convirtió en el primer jugador en alcanzar los 500 jonrones desde David Ortiz en 2015, y el primer jugador en alcanzar la marca como Tigre. Es el primer jugador nacido en Venezuela en llegar allí y el sexto jugador nacido fuera de Estados Unidos. Esta última lista incluye a Ortiz, Albert Pujols, Sammy Sosa, Rafael Palmeiro y Manny Ramirez.