La nacionalidad
Señor director:
Como dominicanos, todos tenemos el mismo derecho a emitir nuestras opiniones liberrimamente sobre temas que traten exclusivamente asuntos nacionales; pero cuando se tratan de asuntos internacionales que afectan a la Republica Dominicana, lo propio seria que los dominicanos al unísono, levantaramos la voz en defensa de la RD.
En esta ocasión el aspecto politico partidarista vernáculo debe ser extirpado, porque se trata de un tema nacional, que afecta a todos los dominicanos por igual, sin excepción. El Tribunal Constitucional no ha desnacionalizado a nadie, a nadie se le quita lo que no tiene, sino que como nuestra más alta Corte, ha recordado lo que dice Nuestra Constitución, acerca de quienes son dominicanos. Todos los países del mundo tienen sus leyes y la RD no es la excepción. Los dominicanos que no estén de acuerdo con nuestras leyes, que traten de cambiarla, utilizando los medios correctos; pero no con chantajes ni presiones, en contubernio con los enemigos foráneos del pueblo de la RD.
Con alta estima;
Juan Francisco Estévez
Locutor
Caso Jordi
Señor director:
El abogado Ramón Antonio Veras lleva casi dos años reclamando, sin conseguirlo que, en un juicio público, oral y contradictorio, sean sancionados ejemplarizadoramente las personas que ordenaron e intentaron asesinar en Santiago a su hijo Jordi Veras, el 2 de junio 2010. Los dominicanos deben reflexionar sobre el padecimiento de Negro Veras y su familia, cuyos únicos responsables son los encargados de administrar justicia. Deben percatarse de que cualquiera, en cualquier momento debe pasar por esa situación y que es necesario y urgente que, como sociedad, tome las medidas para evitar que hechos similares sigan sucediendo.
Atentamente,
Sandra Almonte
Las chatarras
Señor director:
Sería bueno que las autoridades del ministerio de Obras Públicas aprovecharan el actual proceso de expedición de la revista de los vehículos para sacar de circulación la inmensa cantidad de chatarra que circulan en la capital y otras ciudades importantes del país. El deplorable estado físico y mecánico de esos vehículos pone en peligro la vida de los conductores, los demás automovilistas y los peatones. Pero además, contamina altamente el ambiente y convierten el aire en irrespirable. Es ésta una excelente oportunidad para trabajar en beneficio del país.
Atentamente,
Juan Agramonte

