Responsabilidad social.-
Señor director:
El diputado recién electo por el PLD y comunicador José Laluz plantea un modelo de seguridad perimetral con mesas de trabajo en donde participen las distintas instituciones gubernamentales que están al servicio ciudadano como estrategia para intervenir los barrios de las distintas demarcaciones.
Además de muy costoso, con la falta de seguimiento que nos caracteriza a los dominicanos, esta iniciativa resulta poco viable y raya en pura teoría peledeísta de las que “temo” no permanecerían en el tiempo.
No seamos mezquinos y completemos la visión del doctor Pedro Franco Badía, quien en el año 1978 conformó las primeras juntas de vecinos del viejo Distrito Nacional (ahora Gran Santo Domingo) con la idea de que al través de las mismas se dieran respuestas precisas a los reclamos de esas pequeñas pero fuertes estructuras.
Hoy en día las llamadas juntas de vecinos son solo un sello y varios reclamos, pero ¿dónde está su responsabilidad?
Cada institución del estado que ofrezca servicios ciudadanos debe de tener un representante o enlace en cada una de las miles de juntas de vecinos a nivel nacional. Si la Policía Nacional detiene a un vecino por robo, entonces el presidente de esa junta de vecinos y el representante de la policía en ese sector irían de testigos ante la justicia. Si Salud Pública registra un brote de casos de dengue en un sector determinado, entonces el representante de Salud Pública ante esa junta de vecinos sería consultado y responsabilizado de la coordinación de los trabajos para eliminar criaderos y dar seguimiento a los casos en progreso. Y así con todo lo demás.
El gobierno debe ir desmontando la abultada nómina que tiene e irla focalizando en los barrios, en esos pequeños gobiernos llamados junta de vecinos.
Atentamente,
Vladimir Vásquez Bonetti
Engañosas ventas.-
Señor director:
Algunas personas se quejan de estaciones de expendio de combustibles, específicamente de gasolina, de las que sospechan entregan menos carburante del que cobran.
Pero a pesar de existir un organismo de defensa del consumidor, nada se hace al respecto para comprobar si es cierto o no que se engaña al consumidor.
Como en otros aspectos de la vida, los dominicanos estamos desprotegidos en asuntos tan triviales como ese. ¡Qué Pena!.
Atentamente,
Mercedes Batista Gómez