Pisando sus cenizas

Señor director:
¡Patria desventurada¡ ¿Qué anatema cayó sobre tu frente?
Esta realidad insoslayable, que nos presenta la migración haitiana excesiva, le sienta como respuesta un accionar de fuerzas sociales, políticas y culturales que eviten, si es que estamos a tiempo, que en un mañana próximo estemos conmemorando batallas que pudieron haberse evitado. Se trata de prevenir situaciones como las que ya nadie puede ocultar, un momento tan oscuro como el que hoy afrontamos.

Recordar el pasado parece ser más fácil que afrontar el presente, y construir una loable posteridad. Eso fue lo que ocurrió en aquellos hechos memorables, pero ahora que es tan patético el momento, tan abierta y decidida la conjura contra la República Dominicana, escasean los brazos y el furor patriotico, por lo que hay que preguntarse: ¿Qué efemérides podrán contarse si se consuman los planes de fusión de nuestro territorio con Haití? Se escribirá otra historia sobre la ceniza de la otra historia acomodada a los intereses de Haití operando bajo el crimen la fusión pura y simple? .

A Efeméride Patria le asentaría muy bien el rol de exponer al país, a la generación presente, todas las señas y señales que en el momento actual indican que debemos estar en alerta, en unidad absoluta frente a las amenazas concretas y visibles que con rapidez avanzan. Hay que aprender del pasado, no vivir en él sin afrontar los retos presentes. Cuando de esa manera no se asume la cosa, la amenaza es mayor, pues los enemigos viven el presente, y en él están edificando un futuro oscuro para la República Dominicana.

El comportamiento pasivo de la ciudadanía dominicana frente a esta amenaza, es digno de un estudio bien ponderado, pues parece haber olvidado que la migración haitiana en Dominicana, no es una migración cualquiera, sino que es una migración que ha jurado, y así entiende que este país le pertenece, que Juan Pablo Duarte, según dicen algunos, y que la isla sigue siendo una e indivisible. No hay que olvidar que bajo este criterio esta gente siempre se unifica aunque sus acólitos dominicanos lo nieguen. República Dominicana es su botín, y sueñan con gobernar la isla completa, y al paso de “brazos caídos”, como estamos, lograrán su objetivo.

Duele ver a un país, a tu país, en abierta claudicación oficial frente a los intereses haitianos, de no haber sido así, otra fuera nuestra suerte. Por eso, los haitianos se sienten apoyados y temidos. Son muchos los dominicanos y dominicanas que no quieren ni si quiera referirse al tema.

Atentamente,
Melania Emeterio Rondón