Opinión

CATALEJO

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Anulfo Mateo Pérez

Los herederos de Trujillo

 

Grandes esfuerzos realiza Danilo Medina en procura de una nueva reelección, apoyándose en los recursos del Estado, siguiendo los pasos de Rafael Trujillo, Joaquín Balaguer y Leonel Fernández, apropiándose -como está ocurriendo- de los tres poderes en que se apoya este decadente sistema político.

Hay que significar, que el presidente Medina para la tan acariciada reelección, cuenta con “su” Congreso, “su” JCE, “su” justicia y un singular paladar para deglutir tranquilo y sin escrúpulos el famoso tiburón.
Tiene en su contra la explícita prohibición constitucional a la reelección; en ciernes la formal división del PLD, según predica el leonelismo; la resistencia de sus rivales partidocráticos y del movimiento social.

En su afán por “llevar agua a su molino”, mediante las abusivas concesiones al empresariado en general, a monopolios y oligopolios en particular, empiezan a reactivarse fuertes protestas de los trabajadores.
Aunque algunos escépticos dudan de la ocurrencia de fuertes luchas sociales, no debe descartarse la reactivación del movimiento Marcha Verde, ahora en receso por los inducidos aprestos preelectorales.
Si por una amplia oposición política y social, Medina se ve impedido de una nueva repostulación, tiene las posibilidades de conservar “su” Congreso, “su” Justicia e influencia en el Poder Ejecutivo.

Cuando por presión del imperio el “generalísimo” se vio obligado a no figurar como Presidente, decidió que su hermano Héctor B. Trujillo Molina le “pichara el juego” junto a Balaguer (1952-1960).

Luego, Balaguer heredaba la “Silla” del “Jefe” (1960-1962), como la recibió Leonel de Elito (1996), y como podría hacer ahora Danilo: arrimar la Silla a su socio “opositor” (si no se suspende el juego por lluvia).

El Nacional

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