No solo pasa en las películas, lo cierto es que muchas personas al planear hacerse una cirugía, no se enfocan en los mejores resultados que les puede dar su cuerpo, sino en la actriz, el cantante famoso o la influencer a quien se quieren parecer sí o sí.
Pero, independientemente a que no todos los cuerpos tienen la misma contextura ¿Es posible lograr cambiarlo y lograr exactamente la forma que deseamos?
La cirujana plástica Tania Medina nos comparte que en su consulta ha recibido cientos de pacientes con sueños, anhelos y expectativas, que muchas veces llegan con la fotografía de un famoso en las manos, o de una amiga a la que admiran.
“Aunque entiendo el deseo de lucir como alguien a quien se valora, siempre les recuerdo algo fundamental: no es lo mismo inspirarse que imitar, pues la inspiración nace de admirar cualidades en otros y adaptarlas a nuestra propia esencia, mientras que imitar significa querer ser un reflejo ajeno, perdiendo lo más valioso que tenemos: nuestra autenticidad”, expresó.
Medina explica que la cirugía plástica no debe ser una copia de moldes, sino un arte que potencia lo mejor de ti y no se trata de borrar tu identidad para parecerte a alguien más, sino de descubrir la mejor versión de tu propia belleza.
La cirujana analiza acertadamente que vivimos en una era donde las redes sociales nos exponen a estándares inalcanzables: cuerpos retocados digitalmente, rostros filtrados y vidas aparentemente perfectas y si nos dejamos arrastrar por esas imágenes, podemos caer en la frustración y en la idea de que “nuestra belleza no es suficiente”.
“Pero la verdad es otra: cada cuerpo cuenta su propia historia, cada rostro refleja un camino único, y esa singularidad es la que lo hace especial. La cirugía estética bien planteada no busca crear copias, sino resaltar lo que te hace única”, dijo.
“Querer imitar a otra persona genera un vacío pues nunca lograrás ser ella, porque no eres ella. Y ahí se pierde el sentido real de la transformación que es amarte a ti misma mientras evolucionas. La cirugía plástica bien encaminada, no crea copias, crea mujeres seguras, plenas y auténticas”.
Tania concluye que “la verdadera transformación ocurre cuando entiendes que no tienes que parecerte a nadie más para ser hermosa. Lo que necesitas es abrazar tu historia, honrar tu individualidad y elegir los cambios que te acerquen a la mujer que siempre soñaste ser”.