El largo vía crucis del Código Penal está supuesto a terminar con la aprobación en la Cámara de Diputados sin las polémicas tres causales.
Los diputados esperaron, al parecer, que la marea social bajara para dejar en manos del Senado la suerte definitiva del controversial proyecto de ley.
Las causales serían debatidas en una ley especial, cuyo destino no luce despejado. Aunque había diputados identificados con las causales la verdad es que una inmensa mayoría estaba en contra, no por convicción, sino por temor a la Iglesia católica, que ha sido la gran triunfadora del pulso social.
Se habló de que podía acogerse una de las excepciones, pero la renuencia de la Iglesia llevó a los congresistas a eliminar las tres. La religión, sin discusión alguna, se impuso a la ciencia entre los diputados y el panorama indica que también lo hará en el Senado.
La derrota será para el presidente Luis Abinader, feministas y sectores que defendieron las causales desde una perspectiva opuesta a la religiosa. El país, tras largos debates, está supuesto a contar con un código penal más actualizado cuando el Senado convierta en ley el proyecto aprobado por los diputados.
