Muertes dolorosas
Cualesquiera sean las causas, son dolorosas las muertes de los 14 niños en el hospital de maternidad Nuestra Señora de la Altagracia que denunció el presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Waldo Ariel Suero
. En un momento en que el deterioro de los hospitales compite en materia de alarma con los escándalos de corrupción, la denuncia de Suero, confirmada por el Ministerio de Salud Pública, agita más la marea social.
Y con la tristeza e impotencia todavía instaladas en la memoria por la muerte de 11 infantes a causa de una bacteria en el hospital Robert Reid Cabral, el 7 de octubre del 2014.
Las defunciones han sido atribuidas al hacinamiento, que según el gremialista obliga a acostar hasta cinco parturientas en una misma cama, y a las condiciones “infrahumanas” de trabajo.
Conmueve que un solo día, el domingo, perecieran siete infantes a causa de los pésimos servicios de un centro al que solo acuden parturientas de escasos recursos económicos.
Al ser corroborada por Elfi Castillo, jefe de residentes de obstetricia, y Bethania Martínez, anestesióloga, el conmovedor caso es mejor que se investigue con la responsabilidad que amerita. Y tomar las acciones que sean necesarias.