Otra costura
No propiamente los nostálgicos aducen que al béisbol profesional lo mantiene la tradición pero no el atractivo que representaría la participación en los torneos de estelares jugadores de Grandes Ligas.
Siempre se ha culpado a los conjuntos de Estados Unidos de limitar la participación de destacados jugadores en la pelota criolla, pero el conflicto del Licey con los toleteros Juan Francisco y Arístides Aquino ha puesto sobre la mesa otros ingredientes.
El conjunto llegó a un acuerdo con Francisco, pero en cuanto a Aquino, que hizo historia esta temporada en Grandes Ligas, está renuente a satisfacer sus exigencias salariales para jugar solo por un mes en el actual torneo.
El estelar jardinero ha pedido 17 mil dólares, pero el Licey está dispuesto a pagarle solo 10 mil, bajo el alegato de que el jugador no vale tanto dinero.
En la disputa ha irrumpido con una recta a mil el presidente de la Federación Dominicana de Peloteros Profesionales, Erick Almonte, al denunciar que en la liga criolla hay conjuntos “manejados como ventorrillos”. El conflicto demanda por lo menos la atención de la Liga Dominicana de Béisbol Profesional (Lidom) siquiera en aras de preservar la tradición de la pelota criolla.