Editorial

Colonialista

Colonialista

Justo  cuando el Comité de los Derechos Humanos de Naciones Unidas  emitió una declaratoria de reclamo  a las autoridades de República Dominicana para que pongan fin a lo que definió como brutalidad policial, un capitán de la Policía fue asesinado a balazos por  delincuentes  que le sustrajeron su arma de reglamento.

Es posible que si esos asesinos resisten  una orden de arresto se produzca otro  episodio de “brutalidad policial”, sin que se dude la ocurrencia de muchos casos de abusos  cometidos por agentes contra civiles, aunque debería decirse también que  decenas de policías han  sido sometidos a la justicia ordinaria por violar derechos humanos.

El informe de marras menciona  de manera especial  abusos que se perpetrarían en las cárceles, sin reparar  que el sistema carcelario  dominicano ha evolucionado hacia  el modelo de  recintos integrales que procura rehabilitar a los internos, un sistema tomado  como ejemplo por otras naciones, como Panamá.

Las cárceles que aun no están en el modelo de rehabilitación de internos son manejadas  por personal militar y policial, pero dirigidas por  funcionarios  civiles, por lo que  resulta injusto que sólo se mencione  supuestos casos de “brutalidad policial”.

Un mentado panel de expertos que  conoció denuncias sobre “brutalidad policial” no tomó en cuenta o no fue debidamente informado sobre  el hecho cierto de que  más del 90 por ciento de  los imputados de crímenes  y delitos violentos  tienen la condición de reincidentes, lo que indica que  son inmunes a la aplicación de la ley.

En el contexto  en que  fueron señalados no son válidos ni aceptables los  términos  de brutalidad o de uso excesivo de la fuerza, como también se rechaza con toda firmeza la  recomendación de ese comité de la ONU  para que se erradiquen “estereotipos” y la discriminación contra los migrantes haitianos, una infamia muy usada allende los mares contra  el gentilicio dominicano.

Hace tiempo que  la sociedad  dominicana  exige y reclama  que el Gobierno promueva una reforma policial que incluya mejoría sustancial en el salario de los  agentes, por lo que  el mentado comité no ha hecho ningún aporte importante al recordar esa exigencia.

El Informe del Comité de Derechos Humanos de la ONU referido a República Dominicana es  sesgado, injusto, inconsistente y de tinte  colonialista, por lo que su contenido se rechaza  totalmente.

El Nacional

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