La industria del cine sufrió un costoso revés por la vaquerada de unos agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) que, al estilo el Viejo Oeste, dispararon contra unos productores que consideraron fugitivos.
Ante el suceso los productores de la cinta “Geechee” no encontraron otra alternativa que cargar con sus equipos y abandonar el proyecto que desarrollaban en Juan Dolio. Los agentes, según los informes, persiguieron a los productores cuando estos exploraban una zona, en horas del toque de queda, como escenario para algunas filmaciones.
Ante la presencia de los agentes, que se dijo vestían de civil, los realizadores, estadounidenses, decidieron marcharse del lugar en un vehículo, pero fueron perseguidos por los agentes de la DNCD.
En lo que se realiza una exhaustiva investigación en el caso aflora a simple vista la cultura del gatillo.
Los agentes podían perseguir a los hombres e incluso pedir auxilio si los consideraban sospechosos antes de emprenderla a tiros. El incidente no estaba en el guión, pero ahora habrá que ponerlo como parte de la seguridad a los productores internacionales para filmar películas en el país.