El Ministerio de Educación inicia hoy el Plan Nacional de Alfabetización, trascendente programa social que encamina el Gobierno que procura enseñar a leer y escribir a más de 800 mil iletrados mayores de 15 años, con la meta de que en cuatro años República Dominicana sea declarada libre de analfabetismo.
Por la forma en que ha sido diseñado y por la promesa de monitoreo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco), puede decirse que el programa denominado Quisqueya aprende contigo es un esfuerzo serio que debería ser respaldado por toda la sociedad.
Los núcleos de aprendizaje estarán integrados por 12 o 15 miembros que asistirán a sesiones de dos horas tres veces por semana, con evaluaciones globales cada seis meses y aplicación de medidas de estímulo para evitar deserción.
Se resalta que más de seis mil facilitadores trabajarán en las jornadas de docencia que se abrirán en unos cinco mil 500 núcleos de aprendizaje diseminados por todo el territorio nacional, con un efectivo mecanismo de supervisión y control, según prometen las autoridades educativas.
Ese Plan de Alfabetización reúne las condiciones para poder convertirse en punto de encuentro de todas las buenas voluntades, sin importar diferencias o divergencias políticas, religiosas, económicas o de cualquier otra índole, porque todo dominicano responsable debe estar comprometido con la meta de erradicar el analfabetismo.
Académicos y técnicos de universidades, así como los más de 43 mil profesores del sistema de enseñanza pública y sus colegas de colegios privados están compelidos a cerrar filas en lo que debe ser el más importante compromiso colectivo de las presentes generaciones, porque de lo que se trata es de ayudar a más de 800 mil dominicanos a liberarse de la ignorancia crasa.
Como garantía del éxito de ese programa, el Gobierno debe emprender una campaña de divulgación y promoción de su contenido a través de todos los medios de comunicación para que todo adulto iletrado acuda a los centros de aprendizaje amparado en el aliento comunitario.
Partidos, iglesias, empresas, sindicatos, gremios e instituciones de la sociedad civil deben abrir sus puertas de par en par y poner todo su empeño para que tan magna iniciativa cumpla su cometido de liberar a la nación de la esclavitud del analfabetismo.

