En el apartado municipio de Jarabacoa un núcleo ciudadano de nombre Consejo de Apoyo a Jarabacoa -integrado por un centenar de medianos empresarios- está materializando acciones positivas que bien debían repetirse en otros lugares del Cibao.

No pasa un mes sin que esa entidad materialice algún hecho en favor de la comunidad en general, de un sector en particular o simplemente en beneficio de grupos o familias en completo estado de miseria y necesidad. El más reciente paso fue entregar a la comunidad de Arroyo Berraco una capilla diseñada con un novedoso sistema que permite ser usada en actividades sociales diversas, tales como misas, conferencias, operativos médicos, bodas, velatorios, bautizos y cumpleaños.

Al Consejo de Apoyo a Jarabacoa lo hemos visto materializando una labor incesante y diversa: construyendo centros comunales, brindando ayuda a las juntas de vecinos, equipando cuerpos de bomberos, instalando alcantarillas y líneas de suministro de agua potable, donando alimentos a grupos depauperados, reclamando al gobierno obras vitales como el nuevo acueducto y la carretera alterna de acceso desde la autopista Duarte.

Hace poco vimos al Consejo de Apoyo a Jarabacoa -aunado con la fundación Solidarios Sin Fronteras, el empresario Andrés Diloné y el regidor y comunicador Roberto Ureña- construir una vivienda a la pareja de no videntes Yobani Flores y Carolina Díaz.

Hace poco vimos a sus directivos realizando una visita de inspección junto a técnicos de la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (EGEHID), al programa de reforestación que se ejecuta en la comunidad Los Sánchez, en la parte alta de los ríos Yaque del Norte y Jimenoa.

Semanas atrás observamos a la dinámica entidad poniendo atención a la situación del sector educativo de la zona, reclamando intervención del Ministerio de Educación en razón de que diecisiete escuelas en construcción o reconstrucción desde el pasado gobierno, están paralizadas en la geografía municipal.

Por: José Pimentel Muñoz