La Embajada de España, en conjunto con la Secretaría General de Inmigración y Emigración, del Ministerio de Empleo y Seguridad Social de España, hizo entrega anoche de la Medalla de Honor de la Emigración, en la categoría Oro, al empresario José Luis Corripio Estrada.
Esta condecoración le fue otorgada en reconocimiento a su larga trayectoria empresarial, méritos profesionales, su compromiso y dedicación a favor de la cultura y su labor filantrópica, durante un acto llevado a cabo en la residencia del embajador de España, donde Corripio Estrada, estuvo acompañado de su esposa Ana María Alonso, sus hijos Manuel Corripio, José Alfredo corripio y Ana Corripio, así como de sus nietos y otros familiares. Asimismo asistieron diplomáticos, empresarios y directores de los medios pertenecientes al Grupo de Comunicación Corripio.
Luego de que el consejero de Empleo y Seguridad Social, Juan Santana, leyera la semblanza del empresario, el embajador Jaime Lacadena Higuera impuso la medalla de honor a Corripio. Posteriormente a esto el director general de Migración, Aurelio Miras Portugal, hizo entrega del diploma y la medalla de honor en el Grado de Oro.
Al tomar la palabra, Miras Portugal, expresó que “tengo que darle honor a quien honor merece, en esta ocasión a José Luis Corripio. Lo mejor de España está fuera. La marca España son los españoles del exterior”.
De su lado, el embajador Lacadena Higuera, refiriéndose al presidente del Grupo de Comunicaciones Corripio, destacó que éste ha contribuído con República Dominicana, país que lo ha acogido, con la generación de miles de empleos. “Lo mejor de nuestro país está representado por personas como tú” enfatizó. José Luis Corripio Estrada, al pronunciar su discurso de agradecimiento, dijo que recibió este reconocimiento no solo en nombre de su familia, sino de todos los emigrantes españoles tanto aquellos que les ha favorecido la suerte como a aquellos a los que aún no les ha sonreído la fortuna.
“El emigrante es un personaje especial en el contexto humano, pues todo emigrante es a la vez un inmigrante que sin olvidar su tierra natal, en este caso España, adopta a una patria que es la República Dominicana. De ahí es la dualidad de todo emigrante, en el aspecto sociológico más amplio, es un corazón que vibra emocionado hacia la tierra que lo vio nacer”, dijo Corripio.
