La política es una actividad seria y progresista, si se implementa con claridad y limpieza. Es el accionar de perversos en partidistas que ensucian la que debe ser la punta de lanza del sostenimiento democrático.
El afán desmedido de lucro, la corrupción y los abusos de poder, son las principales violaciones que se llevan a a cabo a nombre del partidismo, que terminan enturbiando el accionar comuniitario.
Aunque filosóficamente haya una marcada línea paralela entre política y partidismo, para el pueblo es una sola actividad y corresponden las meteduras de manos a una acción combinada de control social..
Los partidos políticos dominicanos tienen que ser saneados de las garras de la corrupción y del oportunismo. La única vía por la cual se mantendrá a la democracia nacional, es por medio de los partidos políticos.
Donde no hay partidos políticos serios y responsables deviene la anarquía y la dictadura. La única vía para ganar unas elecciones, en cualquier de sus niveles, es mediante los partidos político.
No hay condiciones en el país para lidiar con el candidato independiente, fuera de la norma de los partidos políticos. No hay forma de poder establecer responsabilidades en una candidatura independiente, aunque no dudamos que con el correr de los años se podría habilitar.
Ahora de lo que se trata es de la limpieza interna de los partidos políticos, comenzando por los principales, donde los arribistas, los corruptos, los buscadores de posiciones para el provecho personal, deben de ser sancionados y expulsados.
Las medidas de control en todos los partidos tienen que ser radicales y extremas. El país está cansado de la corruptela en el accionar político y sin cometer injusticias se tiene que actuar rápidamente.
No se busque a culpables de situaciones que fueron aupadas por todos. En el conglomerado partidista se sabe el que compra candidaturas, el que llega de nuevo cuño y pasa por encima de militantes de vieja data.
El accionar electoral, con la selección de los candidatos, debe ser una responsabilidad interna de la comisión política de los partidos, no por la imposición del voto preferencial.
Los candidatos tienen que ser escogidos por su trabajo, su honradez, sus principios, no por el dinero que aporten en un maletín. A cada partido le toca trabajar en su cuota de responsabilidades y aplicar correctivos, si queremos que la democracia siga funcionando.
Por: Manuel Hernández Villeta

