Con la inauguración de las controversiales plantas de carbón de Punta Catalina han aflorado las incógnitas sobre el real costo de las unidades y el escándalo por los sobornos que habría pagado la constructora Odebrecht para alzarse con la obra.
Los 6.9 millones de dólares que según el administrador de la termoeléctrica se pagaron por los terrenos ha agregado otro ingrediente a la inagotable polémica que ha rodeado la contratación y ejecución de la obra. Al hablar de la operación sobre los terrenos Jaime Aristy Escuder no tocó el costo final de las dos plantas, que están supuestas a generar 725 megavatios.
Las estadísticas oficiales sitúan el costo total de la planta, contratada inicialmente en 1,945 millones de dólares, en alrededor de 2,542 millones.
Pero el experto en asuntos energéticos Bernardo Castellanos señala que tomando en cuenta todos los gastos en que se incurrió durante el proceso el costo rondaría los 3,200 o 3,300 millones de dólares.
Y el anunciado ministro de Energía y Minas a partir del 16 de agosto, Antonio Almonte, estima que la inversión en la central supera los 3,000 millones de dólares. Además de conservar los activos de Punta Catalina, Almonte aclaró que todo lo relativo a la obra se determinará a través de una auditoría.
Las incógnitas sobre el costo final de Punta Catalina y los seudónimos con que Odebrecht habría pagado sobornos para su ejecución son parte del misterio que tendrá que despejarse. Sobre una obra tan costosa y polémica la verdad es que no puede quedar ningún cabo suelto.