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Crecimiento de China podría colapsar

Crecimiento de China podría colapsar

(1 de 2).-El colosal sostenido crecimiento económico de China podría colapsar no solo por factores exógenos como la disminución mundial de demanda en su entramado industrial, sino por los endógenos de producir manufactura reputada como de baja calidad para contingentes humanos mayoritariamente de bajos ingresos, producidos por obreros no sindicalizados, sumándose final, una demagogia en ofertas de inversiones fabulosas, incumplidas en su inmensa mayoría.

Desde que el presidente Deng Xiao-ping enarboló en 1992 la tesis de “Una China, dos sistemas”, la banca judía de Wall Street soltó las amarras de sus fabulosos recursos, y puso proa a Pekín, el PIB de China ha presentado un vertiginoso ascenso hasta de un 10%, para el año pasado fue de 6.7% y se pronostica un ligero crecimiento para este 2017, no obstante los inconvenientes de los emergentes o BRICS, principalmente Brasil con su cadencia de denuncias vinculadas a la corrupción.

Las reservas en US$ de China remontan a 834,416 MM; Rusia 738, 817 MM y USA 6.121 billones. El PIB nominal es de II, 391.619 MM y el PIB CPPA 23, 194, 411 MM.

China dispone del virtual monopolio del billete verde, aunque Washington lo emite sin control del FMI conforme exige al resto del mundo, como sucedió con el crak de 2008 provocado por los villanos de Wall Street, aún impune.

La nueva Ruta de la Seda es sin discusión válida, el mega proyecto comercial más ambicioso que se recuerda, probable en homenaje al primero que forjó con un coraje novelesco el intrépido veneciano Marco Polo, esta vez, en vez de en lomo de animales, en gigantescos trenes con un desplazamiento increíble que recorren enormes extensiones en 16 días en vez de 36, que era el tiempo para llegar de las costas de China hasta Europa, surcando el mar Amarillo, el Índico, doblar en el Cuerno de África para penetrar en el Mar Arábigo, el mar Rojo, el canal de Suez y el Mediterráneo hasta ingresar al Atlántico y a las puertas de Europa.

Una singladura tremebunda y juliovernesca en el Nautilus y el capitán Nemo.

Ahora, el periplo es por tierra, con trenes bala, que partiendo de Shanghai, se “beben” las geografías de Ubezkistán, Pakistán, Kayakistán, Rusia, Alemania, Bélgica, Holanda, Francia y España, un recorrido tremendo de nueve mil kilómetros, y de vuelta cargando en todos esos países.

Es una impresionante travesía que recuerda a Miguel Strogoff, aquel mítico correo personal del zar que recorría la helada taiga siberiana y el lago Baikal, el mayor del mundo, desafiando el enjambre de peligros naturales, animales y humanos, como nos imantaba la imaginación de adolescente Julio Verne, por la lealtad a su peligroso y poderoso mandante.

La manufactura china confronta competencias en cableados eléctricos, con una deficiente cuota de cobre en sus conductos, conforme exponen expertos en ese negocio, consultados por el autor de este trabajo, diferente a los brasileños, alemanes, españoles y ni hablar norteamericanos, que producen todos los productos de mejor calidad mundial, uno de los motivos por los que son un imperio.

Así, la diferencia entre una olla de presión china, española, brasileña o norteamericana, la primera la más barata, la última la más cara, pero si se consulta el final del rendimiento, la más cara resulta la más barata, y viceversa, y así todo el entramado industrial, sin que se conozca una estufa, nevera, televisor, batidora, lavadora, secadora, rasuradora mecánica o eléctrica, tractor, excavadora, pala mecánica, marca de zapato, vestido, Made in China. ¿Lo conoce alguien, por ventura?

China debuta en la industria automotriz produciendo un vehículo marca Guadong, que apenas se percibe su circulación en RD, dominado por Toyota, Honda, Hyundai y Kía, y el 30 de septiembre pasado, el periodista Keith Bradsher, del elenco del The New York Times, reportaba desde Tianjin, los acuerdos de China con las automotrices Renault-Nissan, Ford y General Motors en varios ambiciosos proyectos para fabricar autos eléctricos, la mayúscula expectativa hoy de la industria automotriz, porque solos, no saben.

Porque hasta ahora, China ni Rusia manufacturan bienes de consumo masivo de calidad, pero sí armamentos, cohetes y proyectos espaciales, recordando que en la década de los años 80 del siglo XX, Rusia comercializó el vehículo Lada, una colosal porquería como motor y carrocería, que se pudría rápido, con un guía para levantadores de pesas. Un desastre.

El tren de La Nueva Ruta de la Seda, es indiscutible, el magno éxito, El Gran Salto Hacia Delante, más grande que el del Gran Timonel.

El Nacional

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