La Dirección de Relaciones Públicas y Prensa de la Policía es un cascarón vacío, no hay teléfonos, internet ni fax, sólo tiene tres computadoras, algunas sillas y en el local donde ahora la mudaron, de sólo seis metros cuadrados, funcionan prensa, oficina de Libre Acceso a la Información Pública, fotografía y la subdirección de Relaciones Públicas. El anterior local sirve de depósito de escombros para alojar insectos y ratas, y a más de diez meses de ser desmantelada la unidad es una ruina, pero la jefatura se hace la ciega y sorda y muda.

El personal que labora en prensa de la Policía tiene que desenvolverse con carencia de todo en el callejón donde ahora funciona. Con las promesas de que todo sería nuevo y moderno, en prensa el internet que se usa está integrado en la laptop propiedad del capitán José Luis Estrella, subdirector de prensa, y algunas computadoras son propiedad del personal.

El Palacio de la Policía se remodeló con una inversión de $20.8 millones, pero no se le puso la mano a la Dirección de Información y Relaciones Públicas. La unidad la inauguró el ex jefe, mayor general José Armando Polanco Gómez, pero a meses, por instrucciones del mayor general Manuel Castro Castillo, con la promesa de que “se remodelará y equipará con alta tecnología para mejorar las condiciones de trabajo”, su estructura fue destruida.

E el departamento sólo hay seis sillas que usan el subdirector de prensa, la secretaria, la encargada de Libre Acceso a la Información Pública, y la encargada de fotografía.