¡País valiente y rico! (II)
El título original de la “Crónica del Presente” de la semana pasada no era el que salió. El título original era “País pequeño, valiente y rico”, y no sabemos las razones por las cuales los correctores del periódico lo cambiaron. No podemos protestar porque en más de 30 años escribiendo para El Nacional no es la primera vez que eso sucede: el título original es el que señalamos anteriormente y era muy ajustado a la verdad porque estamos convencidos, hace muchos años, que el país pequeño más productivo y rico del mundo en el Estado del Caribe, en América, con el nombre de República Dominicana.
En los 84 años de edad que tenemos, cuando éramos muy joven viajamos por infinidades de países de América, Europa, África y Asia y eso nos autoriza a decir las cosas como creemos que son en la realidad.
La inspiración original de estas columnas, viene de la edición del libro “Frutas en República Dominicana”, puesto en circulación por la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), que es autoría del ingeniero agrónomo Domingo Marte a quien reiteramos su felicitación y admiración, de las cuales es acreedor; y hemos escrito sobre este tema tan importante porque, la crianza nuestra no fue totalmente urbana: nacimos en ciudad Trujillo (Santo domingo), en el año 1936, en el Hospital Internacional, ubicado en la hoy avenida México, esquina Rosa Duarte que le donó al pueblo dominicano en 1930, la Iglesia Evangélica de los Estados Unidos, después del ciclón de San Zenón.
Hoy convertido en una escuela evangélica por decisión de Joaquín Balaguer, que no se debió realizar nunca. Eso explica que, en realidad no nos hemos sentido urbanos, sino orgulloso, conforme y contento, de habernos criado en un escenario rural, en Monte Cristi, en las plantaciones bananeras de la División Berlanga, propiedad de United Fruit Company alias, ¨Mamita Yunai¨.
El autor de esta columna, no es el único convencido de la riqueza de nuestro país. Quien fue nuestro amigo y que no tengo relaciones actuales con él, José Báez Guerrero, que es un maestro escritor, publicó el martes 01 de diciembre del presente año, en su columna del periódico matutino ¨El Día¨, donde señalaba con la propiedad y seriedad profesional que lo avala, que la economía de nuestro país está resentida por la Pandemia, ¨aunque nuestra resiliencia nos hace menos frágiles que otras economías de la región¨; y agrega: ¨el turismo, la industria, el comercio y los servicios, la agricultura, la minería, y las remesas forman un abanico amplio que explica por qué no estamos peor.
Un renglón que se destaca por su fortaleza es el de las Zonas Francas o Maquinadoras, que están operando a un 90% de su capacidad. Según ADOZONA solo en octubre, las zonas francas exportaron casi US$ 600 millones¨, quiere decir 600 millones de dólares, y en junio pasado de este año, casi 170,000 mil personas trabajaban en Zonas Francas.
Oímos decir siempre, hace muchos años, que el Valle más rico del mundo era el de Cachemira, entre la India y Pakistán; y allá en 1966 cuando viajábamos a la República Popular China, acompañado de Aniana Vargas, que nunca la hemos olvidado, observando, aprendimos que el Valle de Cachemira podría ser el más rico del mundo; pero nunca el más productivo.
El valle más productivo del mundo es el Valle del Cibao, por el cual cursan entre ríos, cañadas y arroyos, más de 60 afluentes que nacen en las cordilleras, que surcan el territorio de la República Dominicana. Entre ellos dos ríos de dimensión continental: el Yuna y el Yaqué del Norte. Continuaremos.
Por: Euclides Gutiérrez Félix
información@elnacional.com
