POR: Chiqui Vicioso
luisavicioso21@gmail.com
(I)
Como en el amor, la persistencia de la inquina tiene que ver con la intensidad del deseo con que se persiguieron algunos objetivos que se frustran. Solo ello puede explicar la aparentemente irracional política norteamericana frente a Cuba. 1.-El interés de USA en Cuba data del 1805, cuando Jefferson manifestó que la posesión de la isla era necesaria para la defensa de la Luisiana y la Florida, posición que mantuvo aun fuera de la presidencia, afirmando que Cuba debería tomarse sin más demora aún a riesgo de una guerra con la Gran Bretaña.
2.-En 1823, secretario de Estado, Adams, lo explica con claridad: “la dominante posición que ocupa en el Golfo de México y el mar de las Antillas; su posición en mitad del camino de la costa meridional de los Estados Unidos y Santo Domingo; su vasto y abrigado puerto de La Habana; la naturaleza de sus producciones que sirven de base a un intercambio comercial provechoso; todo esto se combina para darle una importancia a Cuba en el conjunto de los intereses nacionales de los Estados Unidos, que no hay ningún otro territorio extranjero que pueda comparársele. Las relaciones con Cuba, son casi idénticas a las que mantiene los Estados de la Unión unos con otros. Cuando se echa una mirada hacia el probable rumbo de los acontecimientos en los próximos cincuenta años, es imposible resistir a la convicción de que la anexión de Cuba a la República Norteamericana será indispensable para la existencia y la integridad de la Unión”.
3.-La política cubana de los Estados Unidos se mantuvo fija a partir de esas declaraciones. Colombia y México proyectaron, en 1825, apoderarse de Cuba para prevenirse contra los ataques de España. Bolívar, por la misma razón, planteó la expulsión de España de la Isla al Congreso de Panamá de 1826. Los Estados Unidos anularon estos intentos, conminando a estos países a que se abstuvieran de realizar ninguna expedición contra Cuba y de “excitar a los esclavos negros de Cuba a sublevarse”.
4.-Desde 1800, la fama de los estadistas norteamericanos dependía de las adquisiciones territoriales: Jefferson había comprado La Luisiana; Madison tomado La Florida Occidental: Monroe y Adams La Florida Oriental; Jackson y Houston Texas. El presidente Polk, tomaría todo el territorio norteamericano hasta el Pacífico, Nuevo México, California, y Oregón. Tocante a Cuba daría los primeros pasos para adquirirla y le ofrecería a España hasta cien millones de pesos por su posesión, grave preocupación de la gente esclavista del Sur; provocando que la Corona española plantease que “el pueblo español preferiría que la isla se hundiera en el océano antes de verla en manos de una potencia extraña”.
5.-Nacía la inquina.
 
 
 
                                      
             
             
             
             
             
  
                                 
                                 
                                 
                                 
                                