Ética en política.-
Es el título del libro del Profesor José A. Silié Gatón que he decido volver a releer como respuesta al sufrimiento que me invade al ver el desarrollo de nuestra democracia sobre todo, al evaluar la calidad humana de la mayoría de los actores del llamado nuevo liderazgo en la política, que estamos padeciendo.
…“entre los valores democráticos que deben adornar a los políticos está la honradez, en razón de su representatividad social, y de la conciencia y autoconciencia que deben exhibir ante sus adeptos y frente a los valores sociales que dicen representar”, ( pag 443).
Esta cita no es textual, pero cuando la extraje en versión libre, pensé en las virtudes que adornaban al autor, mismo que presidió la comisión electoral de la UASD y honró la Academia de Ciencias del País.
Sospecho que cuando don José escribió este párrafo pensó y Juan Pablo Duarte o quizás en el profesor Juan Bosch.
“muchas veces un lucro demencial hace esclavo económico al político, que en pugna con los principios, cae estrepitosamente en el flagelo de la corrupción, en franca contaminación del ambiente social. Personas que parecían ser reales opciones de respeto y sin embargo la falta de credibilidad enturbia su historial político”.
En la pag. 444 el letrado asegura que la corrupción daña a la democracia y es un obstáculo para el ejercicio de la transparencia de la vida pública.
Afligido como estoy por el estado de cosas, revise a grandes rasgos a Jean-Jacques Rousseau, si el mismo del contrato social, cuando explica que el ser humano es originalmente bueno, pero que el contradictorio paso por los intereses sociales lo convierte en una fiera.
Acudí a los Empiristas Británicos en sus ideas (Hobbes y Locke ), sobre todo las del primero , cuando afirmo que “el hombre es un lobo para el propio hombre”…
Me da la razón el Dr. Silié, cuando afirma más adelante, en su enjundioso tratado: “Bueno es comprender que las características primordiales de todo buen político, se fundamentan en un alto sentido de la responsabilidad, sensibilidad social, respeto a los principios éticos fundamentales que hacen que un partido se mantenga conservando los intríngulis propios de la democracia”…
Su tarea es luchar incansablemente contra las desigualdades, la pobreza, las injusticia y el deshonor, combatiendo siempre la corrupción, el tráfico de influencias, el lavado de activo, la trata de mujeres y menores, la obstrucción de justicia, la evasión de los impuestos, el soborno, el contrabando y el manejo doloso de los recursos económicos y bienes del Estado.
Tengo en mis manos ese libro que el autor me dedicó en la puesta en circulación hace muchos años con estas palabras en la contraportada “Al Dr. César Mella brillante académico e ilustre profesional”.
Cuando fui a visitarle a su modesta vivienda de la avenida 27 de Febrero aquejado de una molestia de espalda baja, ya en sus últimos días, jamás pensé que estaba hablando con un oráculo de Delfos que supo aconsejar con su ejemplo, virtudes y sano juicio, a una sociedad en deterioro creciente de valores éticos como la nuestra.
¡Gracias Don José
