Por: Ubi Rivas

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Resulta imperativo de conciencia por ancestral devoción que dispenso al medio ambiente nacional y mundial, preservar nuestros afluentes y matriz de acuíferos, repoblación de las siempre y nunca resarcidas cuencas hidrográficas, específicamente la cordillera Central, madre de las aguas de la isla Española.

Restaurar la terrible polución de sus cursos, eliminar las cañadas, disponer plantas de tratamiento a los villanos industriales que envenenan los acuíferos, enfrentar y liquidar los desmanes de las granceras que ningún ministro de Medio Ambiente (MA) se ha atrevido.

En el trabajo del suscrito del pasado 6 de febrero en El Nacional, describí el catálogo de deficiencias y/o ausencias incurridas por el ministro Orlando Jorge Mera (OJM) en diferentes áreas de su incumbencia, con una nueva recurrencia identificada en los siguientes días.

Compareciendo a invitación de El Día, el pasado siete de febrero, OJM expresó voluntad “enfrentar mafias del pasado y presente y el pasado que por muchos años controlaban áreas y sectores”, a 16 meses de asumir una ciclópea responsabilidad asignada por nuestro presidente Luis Abinader.

Añadió: “Junto al Ejercito, reforesta la zona fronteriza entre Elías Piña y Restauración”, en vez de añadir junto a Defensa, involucrar a los soldados, ociosos, barrigones, que nos cuestan al contribuyente RD$70 mil millones anuales, con el único provecho de enriquecerse con los contrabandos de mercancías y haitianos, embarazadas incluidas, requiriendo a nuestro gobernante orden precisa para esa gestión de rescate en las diezmadas cuencas hidrográficas vitales almacenamiento acuífero.

Aludió en esa entrevista sometimiento, ahora, no 16 meses antes, al magnate ferretero depredador de Las Dunas de Bani, llamado Santo Valerio Franco Guzmán, inmisericorde bandolero de ese tesoro natural, reiteradamente depredador, sin que ni los alcaldes, gobernadores, comandantes policiales y militares de Baní se enteraran de sus fechorías ambientales, incluidos anteriores ministros de MA.

¡Cuánta vagabundería medio ambiental!

Tesoro natural que el ingeniero forestal Eleuterio Martínez, precisó en su columna del día nueve presente en Hoy, que restaurar los terribles y criminales daños a Las Dunas requerirá a la naturaleza de entre diez o quince millones de años, una idea de cuánto, cuánto y por cuánto tiempo Las Dunas nunca dispusieron de un defensor, excepciones de los ilustres banilejos Miguel Franjul y Fabio Herrera Miniño.

En artículo del pasado 6 de febrero del suscrito, en este diario, expuse algunas deficiencias medioambientales que el ministro OJM, evidente no ha enfrentado con la responsabilidad y el valor que ameritan estos asuntos, y más bien parece que OJM corre detrás de la bola cuando la bola ha pasado, no antes, o en el momento preciso, conforme sigo describiendo.

“El Ministerio de MA está enfocado en restaurar todas las áreas protegidas¨, declaró en esa entrevista OJM, pero el caso es que esas restauraciones resultan invisibles.

Ese mismo día siete, OJM aparecía figureando en una foto, uniforme escolar incluido, la cohorte parecía excursionaban, caminando sobre las depredaciones de Las Dunas, anunciando arreciar ofensivas contra quienes denominó “las mafias de la arena”, que han socavado el tesoro natural banilejo, ampliando Paya, Este de Baní y ríos provincia.

El pasado 8 de febrero, editorializo señalando que el ministro OJM en pasado reciente denunció existencia de civiles y militares detrás de extracciones de materiales de importantes ríos, omitiendo sus nombres, omitiendo procedería en consecuencia haciéndolo del conocimiento de nuestro mandatario, para proceder ipso facto.

Pero el silencio posterior traduce el impertérrito poder que ejercen las granceras en los gobiernos, entendido por sus aportes financieros a las campañas electorales, porque de otro modo no se explica, y el reto por verse es si proseguirán imponiendo depredaciones en el gobierno del presidente Abinader, y proseguir intocables como en los desgobiernos del PLD.

En su artículo del pasado 9 de febrero en este periódico, OJM lo intituló: ¨Fin de la arena¨, entre otros términos, expresó: ¨Nuestro norte es apresar a todos aquellos que estén involucrados en esta barbarie contra la naturaleza y el medio ambiente¨.

Ahora, cuando acudió tras la bola 16 meses después, y referir instalar casetas, garitas de vigilancia a guardaparques, ahora, cuando la bola también pasó hace 16 meses.

No hay, a la vista, proyecto reforestar las principales cuencas degradadas, Yaque Norte y Sur, Nizao, educar sembrar un pino cuando se corta uno.

Salvar al río Brujuelas, que corre gran trayecto hundido, naciendo en la Sabana de Guabatico, desembocando en La Caleta de Andrés, Boca Chica, serpenteando por los humedales de Guerra, nutriendo la CAASD sistema Brujuelas-Casuí, abasteciendo acueductos SDE, Boca Chica y otros municipios del Este, conforme detalla Wellington Valenzuela en carta al director de El Nacional, del pasado 9 de febrero.

Vuelvo sobre Yaque del Norte, el otrora gran río de Salvador Jorge Blanco, Orlando y mío. Dunas de Baní. Andrés, Boca Chica.