Después de mucho navegar en círculo, el Congreso ha aprobado el Presupuesto Complementario que oficializa en 71 mil millones de pesos el déficit fiscal, aunque se prevé que será mucho mayor al final de 2012 porque se requerirá una transferencia adicional de recursos para suplir las pérdidas del subsector eléctrico.
En el menor de los casos ese déficit sería cercano al 4% del Producto Interno Bruto (PIB), con un monto absoluto de casi cien mil millones de pesos, si se toma en cuenta que la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), requeriría a final de año entre 400 a 500 millones de dólares adicionales al monto de US$500 millones que se transferirán a través de una emisión de bonos.
La ejecución del Presupuesto General del Estado ha tenido un doble traspié, deficitaria porque el gasto ha sido mayor que el ingreso y porque los ingresos son menores al estimado que se formuló en su diseño, lo que quiere decir que ingresó mucho menos y se gastó mucho más.
Contrario al estimado oficial, de que hubo un superávit de tres mil millones de pesos con relación al estimado de ingresos en el primer semestre del año, lo que se señala es que el déficit en ese renglón ha sido de ocho mil millones de pesos y que sería al doble si no hubiese sido por los aportes al fisco derivados de la venta de activos de la Cervecería Nacional Dominicana.
El Gobierno podría argumentar que las transferencias presupuestarias a la CDEEE alcanzarían este año unos 40 mil millones de pesos y las dirigidas al Banco Central para disminuir su déficit cuasi fiscal serán de 24 mil millones, lo que sin duda representa una carga muy pesada en términos de Gasto Público.
Se señala, no obstante, que el déficit proyectado en la Ley de Presupuesto era de unos 22 mil millones de pesos, equivalente al 0,9% del PIB, lo que se ha disparado a casi cien mil millones y cercano al 4% del Producto, señal inequívoca de que el Gobierno se excedió en el gasto, aun fuera básicamente en la terminación de obras de infraestructuras que ayudarían a inclinar la balanza electoral.
Ese Presupuesto Complementario es todavía deficitario porque la cuenta del subsector eléctrico no se ha cerrado, por lo que corresponderá al nuevo gobierno del presidente Danilo Medina procurar una vara mágica para afrontar el grave problema de las cuentas en rojo durante el cuatrimestre agosto-diciembre.
A favor de las nuevas autoridades puede decirse que durante los próximos tres años no se celebrarán elecciones presidenciales ni congresuales, por tanto, no habrá razón alguna para presionar el Gasto Público al extremo de triplicar el monto del déficit presupuestal que se proyecte.

