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La Navidad de una familia venezolana: Del sueño americano a la pobreza

La Navidad de una familia venezolana: Del sueño americano a la pobreza

Mariela Gómez, su pareja Abraham Castro, y su hijo Mathias, haciendo comprtas antes de la cena navideña en Maracay, Venezuela, el 24 de diciembre del 2025. Gómez intentó ir a Estados Unidos pero fue detenida en la frontera y eventualmente regresó por tierra a Venezuela ante la ofensiva antiinmigrante del presidente estadounidense Donald Trump. (AP foto/Matias Delacroix)

MARACAY, Venezuela (AP) — Este no fue el tipo de Navidad que Mariela Gómez habría imaginado hace un año. Ni la que habrían pensado miles de otros inmigrantes venezolanos. Pero Donald Trump regresó a la Casa Blanca en enero y rápidamente puso fin a su sueño americano.

Así que Gómez se encontró pasando las fiestas en el norte de Venezuela por primera vez en ocho años. Se arregló, cocinó, le compró a su hijo un patinete y sonriendo para sus sueños. Por más que lo intenté, no pudo ignorar los principales desafíos que enfrentan los migrantes que regresan: el desempleo y la pobreza.

«Humildemente tuvimos una cena, que no la tuvimos como deseábamos tenerla, pero por lo menos un plato en la mesa», declaró Gómez sobre el plato similar a lasaña que compartió con su pareja y sus suegros en lugar del tradicional plato navideño de hallacas de masa de maíz rellena.

«Lo que pasa es que aquí para hacer hallacas es un poco costoso y como estamos sin trabajo no pudimos hacerlas», agregó.

Gómez, sus dos hijos y su pareja regresaron a la ciudad de Maracay el 27 de octubre después de cruzar la frontera desde México a Texas, donde fueron rápidamente detenidos por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en medio de la represión contra la inmigración por parte de la administración Trump. Fueron deportados a México, desde donde comenzó el peligroso viaje de regreso a Venezuela.

Mathias salta de alegría tras recibir un regalo navideño de su madre Mariela Gómez (izq) en Maracay, Venezuela, el 24 de diciembre del 2025. Los dos regresaron a Venezuela tras tratar de ingresar a Estados Unidos, al ser detenidos por la policía migratoria allí. (Foto AP/Matías Delacroix)
Mathias salta de alegría tras recibir un regalo navideño de su madre Mariela Gómez (izq) en Maracay, Venezuela, el 24 de diciembre del 2025. Los dos regresaron a Venezuela tras tratar de ingresar a Estados Unidos, al ser detenidos por la policía migratoria allí. (AP foto/Matias Delacroix)

Cruzaron Centroamérica en autobús, pero una vez en Panamá, la familia no pudo costear continuar hacia Colombia por barco en el Caribe.

En su lugar, tomó la ruta más económica a lo largo de las agitadas aguas del Pacífico, sentados sobre tanques de gasolina que se balanceaban en un barco de carga durante varias horas y luego transfiriéndose a una lancha hasta llegar a una zona selvática de Colombia. Pasaron unas dos semanas allí hasta que les enviaron dinero para llegar a la frontera con Venezuela.

Gómez fue una de los más de 7,7 millones de venezolanos que dejaron su país en la última década, cuando su economía se desmoronó como resultado de la caída de los precios del petróleo, la corrupción y la mala gestión. Vivió en Colombia y Perú durante años antes de fijar su mirada en Estados Unidos con la esperanza de construir una nueva vida.

El segundo mandato de Trump ha frustrado las esperanzas de muchos como Gómez.

Hasta septiembre, más de 14.000 migrantes, en su mayoría de Venezuela, habían regresado a Sudamérica desde que Trump decidió limitar la migración, según cifras de Colombia, Panamá y Costa Rica.

Además, los venezolanos fueron deportados de manera constante a su país de origen este año después de que el presidente Nicolás Maduro, bajo presión de la Casa Blanca, eliminara su política de larga data de no aceptar deportados de Estados Unidos.

Los inmigrantes llegan regularmente al aeropuerto fuera de la capital, Caracas, en vuelos operados por un contratista del gobierno de Estados Unidos o la aerolínea estatal de Venezuela. Más de 13.000 inmigrantes regresaron este año en vuelos chárter.

El regreso de Gómez a Venezuela también le permitió ver a la hija de 20 años que dejó atrás cuando huyó de la compleja crisis del país.

Mariela Gómez y su pareja Abraham Castro se besan durante la cena navideña en Maracay, Venezuela, el 24 de diciembre del 2025. Gómez y Castro intentaron ir a Estados Unidos pero fueron detenidos en la frontera y eventualmente regresaron por tierra a Venezuela ante la ofensiva antiinmigrante del presidente estadounidense Donald Trump. (Foto AP/Matías Delacroix)
Mariela Gómez y su pareja Abraham Castro se besan durante la cena navideña en Maracay, Venezuela, el 24 de diciembre del 2025. Gómez y Castro intentaron ir a Estados Unidos pero fueron detenidos en la frontera y eventualmente regresaron por tierra a Venezuela ante la ofensiva antiinmigrante del presidente estadounidense Donald Trump. (AP foto/Matias Delacroix)

Hablaron y bebieron cerveza durante las fiestas sabiendo que podría ser la última vez que compartan una bebida por un tiempo —la hija de Gómez migrará a Brasil los próximos meses.

Gómez espera poder hacer hallacas para la víspera de Año Nuevo y también espera conseguir un trabajo. Pero sus oraciones para el próximo año son principalmente por buena salud.

«Muchas cosas le pido a mi Dios, primeramente vida, salud, para seguir disfrutando de nuestra familia», expresó.

Agencia AP

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