Las luchas en las calles, las demandas en las caminatas, los plantones comunitarios, las huelgas regionales o las generales no han dado los frutos esperados por sus promotores o por aquellos que creen que sólo basta continuar, progresivamente y desde las calles, las demandas del pueblo.
Otros, a pesar de que entienden que es necesario “lograr que el pueblo comprenda la necesidad de abrirle camino a las diferentes componentes y fases del proceso constituyente”, se sientan a esperar que sea el pueblo el que “tome conciencia colectiva y se apodere de la idea de que él, el pueblo, es el soberano y que debe y puede forzar la creación del proceso” que termine con el establecimiento de una constituyente popular y soberana que produzca “la Nueva Constitución” donde el poder supremo descanse en los hombros del pueblo.
No, la lucha popular por sí sola no es suficiente, necesita ser acompañada de una intensa lucha por la educación política del pueblo.
Esta cruda realidad ha quedado demostrada en cada uno de los últimos gobiernos donde, y por sí solo, el pueblo ha dado más de una señal de que es capaz de abrir y mantener un frente de lucha en contra de los males que lo afectan y de quienes lo causan.
La Marcha Amarilla o lucha por el 4% del PIB para Educación, la Marcha Verde contra la corrupción y la impunidad, la huelga Regional en las 14 provincias del Cibao del pasado abril demandando la rebaja de los precios de los combustibles y de la canasta familiar, y la más reciente marcha contra las ARS y las AFP son ejemplo de que el pueblo es capaz de hacer su parte; mantener, desde las calles, un frente amplio de lucha en demanda de soluciones y contra sus enemigos.
No hemos sido capaces de abrir y mantener un frente que luche por la preparación, superación y el despertar de nuestros ciudadanos y en nuestras instituciones, hemos sido nosotros, los que pertenecemos al diseminado movimiento de izquierda.
Pero eso cambiará pues, recientemente, se ha hecho pública la noticia de que varias organizaciones de izquierda y decenas de revolucionarios independientes suscribieron un acuerdo político que parió el Referente de Izquierda Dominicana el cual, se espera, ha nacido para consolidar el movimiento de izquierda, coordinar las luchas sociales y para educar, políticamente, a quienes están llamados a crear los cambios necesarios que permitan garantizar el bienestar y la felicidad del pueblo dominicano.
Por: Felipe Lora Longo