DETROIT – Denyi Reyes, quien pasó siete años trabajando en las Menores, hizo su debut en las Grandes Ligas lanzando dos entradas perfectas el sábado en la derrota de los Orioles ante Detroit, y no pudo evitar sonreír al recordar el viaje que lo llevó a la colina en Detroit.

“Se siente muy, muy bien. Es como un sueño hecho realidad”, dijo. “… Hace tantos años, yo era solo un niño que jugaba béisbol en la República Dominicana y soñábamos con lanzar en las grandes ligas, así que cuando recibí la llamada, estaba muy emocionado. Llamé a mi familia y lloraron, así que fue muy agradable”.

Aunque la noche de Reyes incluyó acorralar un roletazo en la octava entrada del futuro miembro del Salón de la Fama Miguel Cabrera, quien conectó un jonrón y un doble en el juego, el novato de 6 pies 4 pulgadas sonrió cuando habló de su momento favorito, que llegó una entrada antes.

“[Reyes] estuvo increíble”, dijo el abridor Jordan Lyles, quien cargó con la derrota luego de permitir cuatro carreras en cinco entradas y dos tercios, dar tres bases por bolas y ponchar a seis. “Con suerte, tendremos un par de salidas más como esa a su favor, pero subir así por primera vez en un montículo de las Grandes Ligas y lanzar entradas de calidad es grandioso”.

Reyes abrió la séptima entrada con dos outs rápidos antes de que el toletero de los Tigres, Javier Báez, conectara un lanzamiento de cuatro costuras en 1-2 a 364 pies hacia los asientos del jardín izquierdo. Sin embargo, las repeticiones mostraron que la pelota curveó de foul justo antes del poste, lo que le dio a Reyes una oportunidad de redimirse. Lo aprovechó al máximo, ponchando a Báez con un slider tan bajo y fuera del plato que el veterano casi se dobla mientras parecía jugar golf, fallando el tercer strike.

“¿La mejor parte?” Reyes dijo. Ponchar a [Javier] Báez. Todo el mundo estaba emocionado por el jonrón que salió foul, pero después de eso, el siguiente lanzamiento: Slider abajo, ponche. Eso se sintió bien”.