La mora en los tribunales constituye uno de los grandes desafíos para que el sistema judicial sea más ágil y eficiente.
No hay un evento en que el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Luis Henry Molina, no aluda a la mora como un lastre que necesita removerse para mejorar la labor de los tribunales y fortalecer la confianza en ese poder estatal.
En la VI Conferencia del Poder Judicial que se acaba de celebrar en el país se hizo énfasis en la erradicación de esos retrasos que tanto ensombrecen la imagen de la justicia.
No solo alienta que como presidente del Poder Judicial Molina reconozca sus debilidades, sino su disposición de superarlas.
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Es importante en ese sentido el concurso de todos los sectores que luchan por una sociedad más justa y equitativa.
En torno a la mora que tanto preocupa, bien vale invocar el principio de que justicia retrasada es justicia denegada.
El Nacional
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