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Desastres: Misma historia

Desastres: Misma historia

Casas vulnerables a inundaciones.

Con el huracán Fiona, que provocó cuantiosos daños en la región este y noreste, volvió a ponerse de manifiesto la realidad económica y social de amplios sectores, pero también la vulnerabilidad de las obras públicas.

El muelle de Miches, inaugurado hace apenas dos años, colapsó por la embestida de la tormenta, que también afectó otras estructuras. Pero el momento no es para criticar sino para enfrentar los daños, sobre todo a la familia, provocados por el fenómeno.

Las previsiones que suelen adoptarse son solo para minimizar los efectos de las tormentas, pero nunca para impedir, por lo difícil que resulta, que las lluvias y vientos arrasen con puentes, dañen carreteras, arranquen árboles o causen derrumbes.

El presidente Luis Abinader declaró el estado de emergencia en las zonas más afectadas por el fenómeno, pero también es prudente que la gente coopere con las medidas de salvaguarda.

La gente tendrá que buscar la manera de tomar, en la medida de lo posible, sus propias previsiones, sobre todo las que residen en zonas vulnerables.

Las tormentas sacan a flote una realidad social que permanece invisible hasta que asoman las tormentas. En muchos lugares la gente estaba hasta de lo más tranquila.

Por ahora no cabe más que auxiliar a los damnificados, pero es obvio que las precariedades en que subsisten amplios sectores no pueden ignorarse ni ahora ni en ninguna otra circunstancia.

El Nacional

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