Carta de los Lectores Opinión

Desiderio Arias

Desiderio Arias

El historiador Bernardo Vega relata la forma como el gobierno militar norteamericano (de 1916 a 1924) organizó los puertos dominicanos, aumentando las recaudaciones de Aduanas, pero brotaron los conflictos con Haití.

Al ser República Dominicana una colonia militar norteamericana y ubicada en una zona importante entre las islas del Caribe, elaboró un plan para controlar y mejorar la comunicación a lo interno de la isla, pero también en el contacto de los dominicanos con el extranjero.

El primer paso de las tropas norteamericanas fue apoderarse de los puertos de Montecristi, San Pedro de Macorís, Barahona, Azua, Santo Domingo, Samaná. La idea fue tener el control de todas las embarcaciones que entraban y salían del país, además de controlar el comercio dominicano con todas las islas vecinas y las grandes potencias económicas.

El gobierno militar se encargó de la reparación o adecuación de todos los puertos dominicanos, entrenando el personal técnico que debía trabajar en las aduanas.

Sin embargo, surgió un inconveniente en que comenzaron a bajar las recaudaciones de Aduanas por aumento del contrabando entre Haití y República Dominicana. Bernardo Vega explica que el personal diplomático norteamericano rindió un informe a las autoridades de su país, explicando que una de las personas que estaba dirigiendo el contrabando hacia Haití era el general Desiderio Arias.

El general Arias era senador de Montecristi por el Partido Liberal; y distintos documentos del Archivo General de la Nación señalan que su incidencia en toda la Línea Noroeste se debe a los controles que ejercía sobre la aduana de Montecristi y al comercio ilegal con Haití.

Asesinar a Desiderio: Bernardo Vega escribió el libro “Desiderio Arias y Trujillo se escriben”, para lo cual logró recopilar una serie de documentos secretos, informes y cartas del personal diplomático de Estados Unidos, donde explicaban que Arias es un bandido, salteador, malhechor.

Una de las actividades delictivas era que Desiderio Arias y sus seguidores (miembros y dirigentes del Partido Liberal) se dedicaban al contrabando y comercio ilegal con delincuentes haitianos, valiéndose de su condición de senador y general caudillo que controlaba la Línea Noroeste.

La delegación norteamericana se mostraba molesta y desconcertada en sus informes a las autoridades de su país.

Por: Roberto Valenzuela

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación