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Por: Antonio Almonte
aalmonte@hotmail.com

Avance

El hecho de que el Gobierno, a través de la CDEEE, haya logrado finalizar una licitación para la instalación de dos plantas eléctricas de 360 megavatios cada una, basadas en carbón mineral, es un hecho concreto, practico, en un ámbito caracterizado por las promesas y la retorica. La firme decisión del presidente Medina en este caso, es un ejemplo de que si un gobernante tiene voluntad política el problema eléctrico podría ser superado en corto tiempo.

También tira por el suelo el manido discurso que culpa a conspiraciones de «sectores oscuros», y al Acuerdo de Madrid, de la parálisis de inversión en nuevas plantas durante este largo reinado del PLD.

Las dos plantas a carbón no acabarán con los apagones, ni con el desfase de la tarifa, o las pérdidas de las distribuidoras, los cuellos de botella en transmisión, ni con la debilidad en la regulación del sector; pero colocaría al Estado en mejores condiciones para negociar viejos o nuevos contratos de abastecimiento de energía en el 2016 cuando venza el Acuerdo de Madrid.

La reducción del precio final del kilovatio hora dependerá de las condiciones finales de los contratos de construcción y operación de las plantas y de la evolución del precio internacional de la tonelada de carbón. Todavía no se ha informado al publico los detalles de esos contratos y las condiciones de comercialización de la energía que se produzca.

Esos 700 megavatios representaran cerca del 35% de la demanda típica abastecida en un mercado donde la oferta disponible se mantiene reprimida o subutilizada debido al racionamiento de apagones que autoriza la Superintendencia para evitar incrementos en el subsidio.
El impacto positivo será menor debido al retraso acumulado entre la oferta de electricidad y el crecimiento sostenido de la demanda de potencia por parte de la población dominicana.

Además, las pérdidas de las distribuidoras, entre 35 y 40%, no permitirán optimizar los beneficios de las nuevas plantas si no se corrigen sus graves deficiencias, porque lo que ahorremos en generación lo perderemos en la distribución. Comoquiera, esas nuevas plantas son un avance.

El Nacional

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