Luis, un paso al frente.-
Algunas de las voces que han mantenido una campañita presentando a Luis Abinader como un líder “conservador” que “ni se ve ni se siente”, ahora también lo critican porque está encabezando demostraciones populares contra una nueva reforma de la Constitución para habilitar otra repostulación de Danilo Medina. Otros opinan que ese conflicto es asunto interno del PLD ¡y punto!
Tanto en la vida privada como en la política, la táctica puede tragarse la estrategia por exceso o por defecto. El pueblo dice: “ni tan cerca que lo queme, ni tan lejos que no lo alumbre”.
Si Danilo impone una reforma constitucional para su reelección sin término valiéndose de medios espurios, incluyendo la represión militar y policial, cruzaríamos las puertas hacia un régimen ilegitimo, de facto; y eso no es un simple asunto interno de un partido.
Más aun, la propia actividad productiva nacional (turismo, industria, comercio, etcétera) se vería amenazada por el elevado nivel que alcanzarían la incertidumbre y la zozobra política en el país.
Por otro lado, aparte el presente lío institucional, desencadenado por los reeleccionistas, la población enfrenta una grave crisis de seguridad ciudadana, de corrupción mayúscula e impune, de colapso de servicios básicos como salud y energía y, paralelamente, la consolidación de un modelo económico generador de exclusión y pobreza.
Ese ineficiente modelo de política económica es el que quiere reelegir Danilo o continuar Leonel, su principal arquitecto.
En síntesis, el PLD se ha convertido en el principal obstáculo para la política y la economía en el país. Para el cambio, Luis Abinader dio un paso al frente el viernes.
Hace bien Luis en dar un paso al frente y liderar, con prudencia y buen tino, las luchas por el cambio.
A algunos les preocupa la aparente coincidencia con Leonel Fernández que solo critica y le preocupa la reelección de Danilo, no el verdadero respeto a la Constitución.
Abinader ha tenido una posición clara frente al modelo PLD, iniciado por Leonel y continuado por Danilo. Simplemente porque Luis propone y representa el cambio.
