FORT MYERS (Del Boston Herald) ¿Rafael Devers alcanzó su punto máximo a los 22 años?
“Es realmente especial”, dijo Devers sobre ver a su nueva hija.

Y así, las preguntas sobre el campamento de los Medias Rojas giraron sobre hasta qué punto Devers puede liderar una ofensiva que ya no tiene a Mookie Betts en la cima de la alineación.

“Todavía no siento que sea un producto terminado”, dijo Devers. “Quiero mejorar en la ofensiva, la defensa, lo que sea en lo que pueda trabajar todos los días porque siento que siempre debemos seguir mejorando”.

Es una declaración que tiene sentido dada su edad, pero aquellos en el campamento de los Medias Rojas se preguntan cuánto más puede mejorar.

Él viene de un año como bueno, si no mejor de lo que nadie podría haber imaginado. Con 22 años y solo en su segunda temporada completa de Grandes Ligas, explotó con 54 dobles, 32 jonrones, 115 carreras impulsadas y un promedio de .311. Terminó 12mo en la votación para el MVP.

David Ortiz nunca jugó con Devers, ya que se retiró un año antes de que Devers hiciera su debut en la MLB en 2017, pero es un gran admirador.

“No necesito que haga más de lo que hizo el año pasado”, dijo Ortiz. “Sus números el año pasado estaban enfermos”.
Ortiz ha estado prestando atención. La jubilación le permite ver casi todos los juegos de los Medias Rojas en la televisión.

“Parece que ese tipo estaba haciendo algún daño todos los días”, dijo Ortiz. “No podía esperar a que viniera a batear. Porque incluso si le hacían out, estaba batallando. Estaba bateando un cohete hacia alguien. Era un lanzador que hacía un lanzamiento necio en su contra. No era un turno regalado en absoluto. Vi más de 250 turnos al bate saliendo de él y hermano, te digo, este tipo está en otro nivel. Así lo describí el año pasado”.

Desde que apareció por primera vez en 2017, Devers ha expresado su confianza. En su primer día en las grandes ligas, se sentó en el banquillo en Seattle y dijo que quiere ser una gran tercera base. Dijo que sabe que es capaz mientras se mantenga saludable.

Había saltado Triple-A casi por completo, durando solo nueve juegos con Pawtucket antes de que lo llamaran. Y bateó bien su año de novato, bateando .284 con un OPS de .819 y 10 jonrones en 54 juegos.

En la postemporada es cuando se hizo aún más notorio, bateando dos jonrones en los últimos dos juegos contra los Astros en la Serie de División de la Liga Americana.

UN APUNTE

Admirado por Jeter
“La verdadera historia, su primer año fueron a jugar contra los Marlins”, dijo Ortiz. “Yo estaba sentado justo al lado de Derek Jeter. Y le pregunté a Derek: ‘Oye, ¿cuál es el jugador en la alineación que más te asusta?’
Y él dijo: ‘Devers’.