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División carcome a grandes y pequeños partidos

División carcome a  grandes  y pequeños partidos

Decenas de partidos y movimientos políticos planteando reivindicaciones similares del nivel político, económico y social constituyen una demostración palpable del fraccionamiento que vive la sociedad dominicana, lo que impide concretar un proyecto hacia el progreso y la institucionalidad de la nación.

Desde el año 2000, el gusano de la división ha carcomido a partidos mayoritarios y minoritarios de izquierda y derecha, limitando sus posibilidades de éxito electoral.

Lo más grave es que ninguna razón ideológica motiva esos fraccionamientos.

Razones coyunturales del momento, ambiciones personales y económicas de sus dirigentes, rencores y mal querencias motivaron esas rupturas que debilitan la democracia e incrementan la proliferación de partidos.

El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) quedó dividido en tres partes, cuando sus líderes Hatuey De Camps e Hipólito Mejía formaron tienda a parte con sendas organizaciones políticas.

El PRD que, desde su fundación en 1939 ha encabezado el Gobierno en tres oportunidades, es ahora una organización disminuida, sin ninguna posibilidad de alcanzar el poder por sí solo.
Los conflictos internos provocaron la derrota electoral del PRD en las elecciones presidenciales de 2008 y 2012.

Además, que esa organización quedara sin representación congresual en el Senado de la República. Ahora apoyará en las urnas al gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), organización que con tanta fuerza combatió durante décadas.

El PRSC

El senador Amable Aristy Castro, uno de los cuadros más importantes del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) se marchó de esa organización llevándose a destacados dirigentes.
Desde el fallecimiento de su líder, Joaquín Balaguer, en el 2002, el PRSC inició un proceso de debilitamiento organizativo y numérico, debido a varias crisis internas que provocaron la salida de sus filas de importantes cuadros políticos.

Otros cuadros reformistas responden más a las orientaciones del PLD.

Como consecuencia, el otrora poderoso Partido Reformista, que se mantuvo en el poder durante 22 años, vive una drástica reducción en la preferencia del electorado.

En marzo de este año, un grupo de reformistas se movilizó en un parque público porque su organización no apareció en una medición de la empresa encuestadora Penn Schoen & Berland.

En las últimas elecciones, como para no perder la personería jurídica, ha participado arrimado a otras organizaciones políticas.

En el año 2010 se divide el Partido Revolucionario Independiente (PRI) cuando Trajano Santana, presidente, y Julio Jiménez, secretario de organización, tomaron rumbos diferentes.

Aunque no se puede llamar división, el PLD vive un proceso de desprendimiento de importantes dirigentes, entre ellos, los diputados Minou Tavárez Mirabal, Manuel Jiménez y Víctor Sánchez.

Algunos observadores consideran que si el PLD estuviera fuera del Gobierno se habría dividido en varias partes, como en otras oportunidades, dados los niveles de inconformidad y las confortaciones internas que exhibe.

Los medios de comunicación siguen reportando las inconformidades de los peledeístas cuyas aspiraciones a ocupar posiciones congresuales y municipales fueron tronchadas para dar paso a los acuerdos que permitieron al presidente Danilo Medina imponer la repostulación presidencial en el Congreso Nacional.

Recientemente, Franklyn Almeyda Rancier, miembro del comité político del PLD, admitió que que esa entidad está “fraccionada y necesita un yeso para solidificar el hueso”.

“Esa desestructuración de los partidos está provocando un transfuguismo político de amplio alcance”, manifestó la doctora en sociología, Rosario Espinal.

Espinal, profesora en Temple University en Filadelfia, asegura que “los partidos que fueron grandes y están achicados han abandonado los objetivos propios de una organización partidaria que son forjar una visión política para conquistar el apoyo de la mayoría del electorado y llegar al poder”.

“Su objetivo ahora es negociar posiciones con el PLD para no quedar totalmente fuera del juego político”.

La izquierda dividida

Las luchas internas en todas las organizaciones de la izquierda han impedido estructurar un proyecto de poder viable, capaz de competir con los partidos conservadores de derecha presentando una fuerza alternativa.

Por el contrario, siguen naciendo partidos de izquierda con las mismas propuestas que los existentes.

La ausencia de ese proyecto unitario troncha el profundo sentimiento de izquierda que persiste en el país.

“Ha estado muy presente en la izquierda una característica muy puntual en la pequeña burguesía, la de ser cabeza de ratón y no cola de león, impidiendo la creación de una verdadera fuerza con vocación de poder”, afirmó el doctor Henry Blanco, director de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

“Sus líderes han preferido dividirse que construir una fuerza propia con vocación de poder. Les han dejado el escenario político a los partidos sin ideologías ni programas, a los líderes más conservadores del país”, siguió diciendo el catedrático universitario.

Los nuevos partidos

Existe una explosión de nuevas organizaciones en el sistema político dominicano.

En los últimos dos años 36 partidos y movimientos políticos solicitaron el reconocimiento a la Junta Central Electoral (JCE).
“Esa es, probablemente, la mayor cantidad de solicitudes que haya recibido la JCE para un proceso electoral”, aseguró el doctor Eddy Olivares Ortega, uno de los cinco miembros de ese organismo.

Argumentando que no llenaron los requisitos que manda la Ley Electora, la JCE negó la personería jurídica a las organizaciones Movimiento Rebelde (MR), Movimiento Primero la Gente (MPG), Partido Verde de la Unidad Democrática (PVUD), Partido Socialista Cristiano (PSC), Partido de la Esperanza Nacional (PEN), Partido de Salvación Nacional (PSN) y Movimiento Patria Para Tod@s (MPT).
De ese grupo sólo fueron reconocidos el partido Alianza País (Alpaís) y los movimientos políticos Acción Política Comunitaria (APC), de Santo Domingo Este y Juventud Presente, de la provincia Espaillat.

Están pendientes de evaluación con miras a su reconocimiento los partidos Quinta República, Comunitario Integrado (Paci), Nacional El Maiz, Socialista Cristiano (PSC), Del Adulto Mayor (PAM), Alianza Cristiana Nacional (ACN), Opción Democrática (POD), Partido Positivo (PP), Partido Rehabilitación Nacional (Parena) y Partido de la Renovación Dominicana Nacionalista (Perdon).

También están pendientes de reconocimiento los movimientos provinciales y municipales Concertación Ética y Moral para el Rescate Municipal (MOCEMOREM), Arcoíris, Nueva Imagen Independiente (Manig), Político Independiente Seibano (Mopis), Renovador Cotuisano (Moreco), Alianza por el Rescate de Barahona (Arba), Acción Social Comunitaria (Masc), Podemos Santo Domingo, Sectorial Juventud Independiente (MSJI), De la Esperanza Dominicana (MED), Político Agrario Guayubinero (Mopag), Independiente Cristianos en Acción (Mica), Por el Bienestar Dominicano (MBD), Democrático de la República, Acción y Solución (MAS) y Movimiento Independiente Renovación Alternativa (Mira).

Mercado de beneficios políticos

Rosario Espinal considera “muy negativo” para la democracia que muchas organizaciones se formen en el país con el único propósito de negociar beneficios con el partido que se perfila ganador.

“La democracia dominicana es un gran mercado de beneficios políticos, es decir, es una democracia altamente clientelista, y eso se expresa en la conformación de múltiples organizaciones partidarias”, afirmó Espinal.

Espinal considera que, en un contexto político como el actual, con un partido hegemónico en el poder difícil de derrotar, la proliferación de candidaturas presidenciales en la oposición sirve, al final, para facilitar el triunfo del partido gobernante.

De las 29 organizaciones reconocidas por la JCE 15 apoyan las candidaturas del PLD, a través del denominado Bloque Progresista.
El PLD irá a las elecciones del 2016 por los partidos Revolucionario Dominicano (PRD), Revolucionario Independiente (PRI), Bloque Institucional Socialista Demócrata (BIS), Unión Democrática Cristiana (UDC), Quisqueyano Demócrata Cristiano (PQDC), Reformista Liberal (PRL), Popular Cristiano (PPC), De los Trabajadores Dominicanos (PTD), Cívico Renovador (PCR), Demócrata Popular (PDP), De Unidad Nacional (PUN), Socialista Verde (Pasove), de Acción Liberal (PAL) y el Movimiento Democrático Alternativo (MODA).

Algunas de las organizaciones que respaldan al Partido Revolucionario Moderno (PRM) están agrupadas en el proyecto político Convergencia por un Mejor País, integrado por el partido Humanista Dominicano (PHD), el Partido Democrático Independiente (PDI) y el Frente Amplio.

Recientemente, anunció su respaldo al candidato presidencial del PRM, Luis Abinader, el Partido Dominicano por el Cambio (DxC).

No importa la cantidad

El doctor Henry Blanco consideró que no debe preocupar a la sociedad dominicana la proliferación de entidades políticas.
“Lo que nos debe preocupar es cómo los partidos han desviado los propósitos y los objetivos que persiguen, como instrumentos para mejorar el clima de respeto a la ley, los derechos humanos, las libertades públicas, el pluralismo, la alternabilidad en el poder y participación de las minorías”, manifestó el funcionario universitario.

“La crisis capitalista ha degenerado todos los estamentos de las sociedades y los partidos políticos no son excluyentes”, dijo.

“Han abandonando las ideologías, se han empoderado de sus estructuras y castas hegemónicas conservadoras, negadoras de la institucionalidad y la democracia a lo interno de los partidos”, siguió diciendo.

Un apunte

Nueva Ley Electoral
El doctor Eddy Olivares, miembro de la Junta Central Electoral (JCE) consideró que los requisitos contemplados en la Ley Electoral, 275-97, para preservar la personería jurídica de los partidos podría formar parte de los debates para la reforma a esa legislación o la aprobación de la Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas.

Pilar Moreno

Periodista de vasta experiencia en el periodismo educativo y político