Un colombiano fue apresado el pasado sábado por oficiales de la Dirección Nacional de Control de Drogas, tras ser perseguido luego de ocupársele tres maletas y dos bolsos con 120 paquetes de cocaína, y ser declarado en rebeldía por las autoridades dominicanas.
Carlos Enrique Cárdenas Guzmán, conocido como “Mosquito”, “Chibolo”, “Mario”, “Romario”, “Bebeto” o “El Arquitecto”, y “El padrino de la droga”, fue detenido en Boca Chica.
El capturado fue detenido el 24 de junio pasado en el parqueo de un supermercado de la Caleta, Boca Chica, con 120 paquetes de cocaína, y le dictaron medida de coerción de tres meses de prisión preventiva, pero logró evadir la justicia tras la coerción y había sido declarado en rebeldía.
Según la DNCD, el apresado es hijo del narcotraficante Guillermo Cárdenas Guzmán Dávila (Mosca Loca), asesinado en prisión cuando purgaba una pena por narcotráfico, en el motín de la cárcel “El Sexto”, ocurrido el 27 de marzo de 1984, donde murieron 22 personas y cien resultaron heridas.
La investigación indica que el narco suramericano tiene un amplio historial en el tráfico de drogas en América Latina y Europa, y lo señala como el padrino de la mafia en Perú.
En el 2013, la Sala Penal de la Corte de Suprema de Justicia de Colombia, emitió concepto favorable para la extradición de Cárdenas Guzmán, pedido que hizo el gobierno peruano por el delito de lavado de activos agravados proveniente del tráfico de drogas.
En 1997 fue capturado en el barrio Country de Bogotá, y desde ese año asumió el control de la organización de narcotráfico que lideró su padre Guzmán Dávila.
La DNCD precisa que el colombiano Cárdenas Guzmán dirigía el tráfico de drogas para Brasil, Rusia, Japón y Estados Unidos, y que tenía vínculos con el cártel del Norte del Valle, “Don Diego”, de los hermanos “Henao Montoya” y el brasileño Antonio Mota Gracía.
