Editorial

Droga y alcohol

Droga y alcohol

La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) informa con relativa frecuencia sobre decomisos de  cientos o miles de kilos de  drogas  cuyo destino siempre  es Estados Unidos o Europa, pero pocas veces se habla desde el litoral oficial del preocupante incremento en el consumo de estupefacientes, que  el director de Hogares Crea define como muy grave.

Se sabe de  narcotraficantes  que ingresan al país grandes cantidades de cocaína para ser trasbordadas a otros destinos, pagan en especie a quienes atisban aquí esos cargamentos, para ser mercadeados en  territorio nacional, pero  el licenciado Leopoldo Díaz, afirma que  República Dominicana se ha convertido en un importante mercado de uso y consumo de  drogas.

Tiene razón el licenciado Díaz  al señalar que  la presencia del narcotráfico no sólo implica grandes transacciones de dinero,  sino que ha incidido en el incremento del consumo de estupefacientes, especialmente entre niños y adolescentes, al punto que  en un centro de rehabilitación hay veintidós internos con edades entre 8 a 14 anos.

No puede decirse que las autoridades  ganan la batalla contra  el tráfico de drogas porque  logra incautar toneladas de cocaína, porque  grandes cantidades de ese veneno se mercadea entre una legión cada vez más grande de consumidores, lo que  además de  aumentar la deserción  escolar y laboral, incrementa la comisión de crímenes y delitos y erosiona la institución familiar.

La situación se grava aún más por  el descontrolado consumo de alcohol entre jóvenes y menores, por lo que si las autoridades no  actúan a tiempo,  toda una generación literalmente  quedaría atrapada en las redes  de  sustancias controladas y drogas legales, con todos los nocivos efectos  económicos y sociales que ello conlleva.

A pesar del auge  en el  uso y consumo de drogas, no se conoce de ningún programa de carácter masivo y permanente que  procure  afrontar tan peligroso flagelo, por lo que esa responsabilidad ha quedado en el fuero de  Hogares Crea, Casa Abierta y otras entidades de la sociedad civil que por demás carecen de recursos y del propio estímulo oficial.

La lucha contra el consumo de drogas controladas y alcohol no debería centrarse sólo en  atacar al narcotráfico, porque también se requiere crear conciencia  en la familia y la escuela sobre la necesidad de que padres y maestros protejan  a hijos y alumnos  del daño a veces irreparable que causa  su consumo.

Gobierno y sociedad están compelidos  a diseñar y ejecutar cuanto antes un programa integral  que promueva valores, empleo, educación, capacitación, salud,  vivienda, deporte y recreación, como  forma de proteger a la juventud ante el creciente  auge del consumo de drogas y alcohol.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación