Rafael Peralta Romero, José Mármol, Cándida Mejía y Herminio Alberti durante el lanzamiento de la obra.
El auditorio Juan Bosch de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña se vistió de luz, silencio y contemplación, en el marco del 21 aniversario de LANCO Dominicana, la imagen y la palabra se encontraron para dar cuerpo a un libro que parece respirar: “El alma de las cosas”.
Con esta obra, el artista visual Herminio Alberti y el escritor y Premio Nacional de Literatura José Mármol proponen un diálogo entre la fotografía y la poesía, entre la materia y su espíritu.
Más de mil imágenes en blanco y negro, fruto de siete años de observación y paciencia, conforman una meditación visual sobre los objetos, su misterio y su presencia.

Durante la puesta en circulación, ambos creadores conversaron sobre el proceso de gestación del libro, revelando las honduras filosóficas y emocionales que lo animan.
Esta crónica recoge fragmentos de esa conversación, que bien podría considerarse una pieza de arte en sí misma.
Herminio Alberti: “La belleza de lo ignorado”
“El alma de las cosas” parte de una exploración de lo espiritual en los objetos cotidianos. ¿Hubo algún momento o imagen en particular que detonara en usted la necesidad de iniciar este viaje introspectivo?
HA: La chispa surgió de algo tan simple como un coco partido al caer al suelo. No teníamos machete, así que lo lancé para abrirlo, y al ver sus fibras, su arquitectura interna, sentí una especie de revelación. Era como descubrir una belleza que siempre había estado allí, invisible por cotidiana. A través de la cámara comprendí que podía mostrar esa belleza a los demás. Aquella imagen fue la primera de muchas, y la semilla de este largo recorrido.
Usted habla de sostener una mirada contemplativa durante siete años. En tiempos dominados por la inmediatez visual ¿Cómo se logra esa persistencia?
HA: La contemplación nace de la curiosidad y la disciplina. Es una forma de resistencia frente al ruido del mundo. He aprendido que el éxito de una obra no depende solo del talento, sino de la consistencia y de los principios que la sostienen. Mirar despacio, con respeto, es también una forma de fe.
Su colaboración con José Mármol tiene una historia larga. ¿Cómo influyó su palabra poética en el tono espiritual de la publicación?
HA: Conocí a José hace más de una década, cuando trabajábamos en Casa de Sombras. Desde entonces nos une una complicidad artística muy profunda. Él entiende la dimensión poética de la imagen y sabe cómo darle voz. En este libro, sus palabras acompañan mis fotografías como una respiración interior. Nos complementamos: su poesía ilumina lo que la cámara apenas insinúa.
José Mármol: “El lenguaje del alma”
Usted habló del arte como un puente entre lo visible y lo invisible. ¿Cómo logra Alberti materializar ese tránsito?
JM: Paul Klee decía que el arte hace visible lo invisible. Alberti lo consigue con una sensibilidad extraordinaria, transformando la materia en espíritu a través de la luz y la sombra. Su lente revela el alma de los objetos, y en ese gesto, convierte la fotografía en poesía. Lo visible se vuelve lenguaje del alma.
La fotografía digital ha alterado nuestra relación con la realidad. ¿Qué distingue la propuesta de Alberti en este contexto?
JM: Vivimos en la era de la “hiperrealidad”, donde lo real ha perdido su dominio sobre la representación. La obra de Alberti, sin embargo, va en sentido contrario: no busca mostrar más, sino revelar lo esencial. No hiperrepresenta; transciende. Nos recuerda que la verdad estética no está en la fidelidad del registro, sino en la profundidad de la mirada.
Ha descrito El alma de las cosas como un diálogo entre percepción y belleza interior. ¿Qué nos revela sobre la sensibilidad contemporánea?
JM: Que aún es posible mirar con asombro. El arte de Alberti libera a los objetos de su condición utilitaria y los eleva a categoría estética. Al descubrir el alma de las cosas, nos encontramos con la nuestra. Como diría Kant, ‘solo conocemos de las cosas lo que somos capaces de poner en ellas’. Este libro es, en ese sentido, un espejo del espíritu contemporáneo: fragmentado, pero en búsqueda de sentido.
Al término de la presentación, las imágenes de Alberti y las palabras de Mármol parecían continuar dialogando sobre el escenario. El alma de las cosas no es solo un libro, es un manifiesto silencioso sobre la belleza de lo simple, una invitación a mirar… y mirarnos, con otros ojos.
