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El Centro Cultural Banreservas Santiago y su apuesta por la realidad virtual

El Centro Cultural Banreservas Santiago y su apuesta por la realidad virtual

Centro Cultural Banreservas Santiago

Santiago. – Caminar hoy por los pasillos del antiguo Hotel Mercedes es transitar entre la memoria y la innovación. Donde antes se escuchaban conversaciones bohemias, música en vivo y el murmullo de una ciudad que crecía, hoy se vive una experiencia cultural que conecta el pasado con las nuevas tecnologías.

 Así se presenta el Centro Cultural Banreservas Santiago, inaugurado en las restauradas instalaciones de este emblemático edificio, convertido ahora en un punto de encuentro para el arte, la creatividad y la exploración sensorial.

El Hotel Mercedes, inaugurado el 9 de abril de 1929 y cerrado en 2002, fue durante décadas uno de los principales escenarios de la vida social santiaguera.

 Su arquitectura de concreto armado, su icónico Roof Garden —donde nació el equipo de las Águilas Cibaeñas— y sus salones fueron escenario de eventos históricos, transmisiones radiales, graduaciones y la visita de destacadas personalidades nacionales e internacionales.

Ubicado en pleno casco urbano de Santiago, el Centro Cultural Banreservas ha sido concebido como un espacio integral y accesible, de entrada completamente gratuita, donde confluyen diversas manifestaciones artísticas y formativas.

En el primer nivel, los visitantes encuentran áreas recreativas y de encuentro cultural, diseñadas para el intercambio comunitario. El segundo nivel alberga la Sala de Arte de Santiago, dedicada a exposiciones de artistas locales, fortaleciendo la visibilidad del talento de la región Norte.

Sin embargo, es en los niveles superiores donde la experiencia adquiere una dimensión innovadora y multisensorial.

Visita de periodistas al Centro Cultural Banreservas Santiago.

Realidad virtual: descubrir la cultura dominicana desde otra mirada.

Uno de los espacios más impactantes del recorrido es la Sala de Realidad Virtual “Descubre RD Virtual”, la primera sala permanente de este tipo dedicada a la cultura dominicana. Aquí, la tecnología se convierte en una aliada del patrimonio, permitiendo al visitante sumergirse en recorridos virtuales que conectan con la historia, la identidad y la diversidad cultural del país.

A través de dispositivos de realidad virtual, el público no solo observa, sino que vive la experiencia: paisajes, tradiciones y elementos culturales cobran vida en un entorno inmersivo que estimula la curiosidad y el aprendizaje, especialmente entre niños y jóvenes.

Esta sala se perfila como una herramienta educativa y cultural de gran valor, capaz de acercar la dominicanidad a nuevas generaciones desde un lenguaje contemporáneo.

El recorrido continúa hacia la sala inmersiva, uno de los espacios más novedosos del centro. Aquí, las exposiciones trascienden el formato tradicional: las fotografías de los artistas en exhibición, se proyectan en movimiento, envolviendo al espectador en una experiencia visual dinámica.

Las obras dejan de ser estáticas para dialogar con el público, creando una atmósfera sensorial que combina imagen, luz y tecnología.

Esta propuesta permite una nueva forma de apreciar el arte, donde el espectador se convierte en parte activa de la exposición, explorando detalles y emociones desde múltiples ángulos.

Durante el recorrido, la gerente del Centro Cultural Banreservas en Santiago, Gladialisa Pereyra, explicó que el espacio ha sido diseñado para concentrar en un solo lugar diversas expresiones culturales, fomentando la interacción entre pintores, escultores, escritores y poetas. “Es un esfuerzo por estimular la creatividad y el enriquecimiento espiritual de la población”, señaló.

Pereyra destacó además que el centro constituye “una reflexión de la cultura dominicana y de la calidad de nuestras artes”, reafirmando el compromiso institucional con el desarrollo cultural, social y comunitario de Santiago y de toda la zona Norte.

El Centro Cultural Banreservas en Santiago abre así sus puertas con la misión de convertirse en un eje permanente de cultura, creatividad y memoria histórica, donde el pasado del antiguo Hotel Mercedes convive con la innovación tecnológica.

Un espacio donde el arte se observa, se vive y, gracias a la realidad virtual y las salas inmersivas.