El club Mauricio Báez realizó diversas actividades en recordación de Julio -Yuyo- Pozo, quien fue uno de los fundadores y más connotados dirigentes de la entidad y que falleció el 9 de octubre del 1980, hace 34 años. Los mauricianos, como es su costumbre, realizaron una eucaristía en el auditorio de la entidad que fue celebrada por el sacerdote Francisco Cordero, cura párroco de Cristo Rey, y quien por muchos años sirvió en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de Villa Juana.
A la celebración asistieron los atletas de las diferentes disciplinas deportivas de la entidad, así como también una representación de la escuela.
Leo Corporán, asesor del club Mauricio Báez y presidente fundador de la Fundación Mauricio Báez, le pidió a los niños y jóvenes que pertenecen a la entidad que sigan el ejemplo de Julio Pozo.
Corporán también expresó que “Yuyo fue una persona afable y buena; un destacado entrenador, jugador de baloncesto, profesor de la escuela Mauricio Báez.
“Julio Pozo dejó todo por su querido club Mauricio Báez y fue un trabajador incansable”, manifestó el asesor de los mauricianos.
El padre Cordero también destacó las virtudes de Julio Pozo y señaló que en Villa Juana, a pesar de tener 34 años de fallecido, lo recuerdan como un hombre bueno y de gran amor por los demás.
Cementerio
Luego de la misa, todos los que participaron en el acto partieron hacia el cementerio Nacional de la Máximo Gómez.
En el cementerio se hizo ofrenda floral y se pidió a los atletas y miembros del club que siempre mantengan vivo el recuerdo de Yuyo, pues él entregó los mejores años de su vida por luchar a favor del bienestar de la juventud y por hacer del club Mauricio Báez la casa de los jóvenes de Villa Juana y sectores cercanos tengan donde ir para congregarse y realizar actividades sanas.
UN APUNTE
Conversatorio
Los mauricianos realizaron un conversatorio para que las nuevas generaciones conozcan quién fue Julio Pozo (Yuyo), para el club Mauricio Báez y la sociedad dominicana.
Fue encabezado por Leo Corporán y los hermanos de Yuyo Rafael -Nabo- Pozo y Marianela -Nelly- Pozo, quienes destacaron su gran vida de servicio comunitario.