Por: Chiqui Vicioso
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Hay un magnifico chiste que se basa en la siguiente historia: los ingleses organizaron una reunión de la más eficientes Direcciones Nacionales de Investigación, que incluía Rusia, USA, Alemania Oriental, Israel y Cuba. El DNI dominicano decidió participar para aprovechar la ocasión y conocer Inglaterra.
Con su sofisticación habitual, los londinenses organizaron una prueba a la inglesa: Ver quien capturaba en menor tiempo una zorra en un bosque cerrado. Los rusos lo hicieron en cinco minutos; la CIA en cuatro: Alemania Oriental en tres: Israel en dos y Cuba en un minuto.
Observando con preocupación los tiempos, un miembro de la delegación dominicana dijo al director del DNI que no teníamos el mas mínimo chance, a lo que este, impávido, replico que no se preocupara. Soltaron la zorra y medio minuto después apareció un contingente del DNI arrastrando un cerdo que gritaba: ¡Soy una zorra, no lo aparento, pero soy una zorra!
He pensado en este chiste mirando la supereficiencia con que opera el DNI cuando quiere. El último ejemplo es el caso Nasco, con visita de la presidenta en funciones incluida, y su absoluto desinterés cuando no se siente bajo la mira publica.
Es el caso del pederasta de 61 años que embarazo una niña de doce con trilllizos y que aun “no aparece”, para sospecha generalizada de que debe ser policía, o estar relacionado a los mecanismos de seguridad.
Según reportes, el susodicho pederasta tiene un historial de hechos similares, haciendo de la seducción y embarazo de niñas su hobby, en esta nación donde un viejo que enamora niñas o adolescentes es un “machazo”, y una mujer que haga lo mismo una “pervertidora de menores”.
En dos entregas anteriores, publique los Artículos del Código de Protección a Menores que condenan el proxenetismo y la pederastia; así como los artículos del Código Penal que no se aplican con el mismo rigor a los supermachos que a los homosexuales, porque los abusos cotidianos de la machacaría son vistos como “normales”.
Creo que el presidente Medina mandaría una señal clara al DNI si exigiera capturar al depredador sexual que embarazo la niña de doce años. A fin de cuentas es padre de tres bellas jóvenes que alguna vez también fueron niñas y a las que protegió como es debido. Ahora todas las niñas del país son sus hijas y el DNI, uno de los mecanismos con que cuenta para asegurarse de erradicar el abuso infantil en todas sus vertientes.
Cuando el abuso sexual equivalga a la persecución política, en esta prisión perfectamente controlada y, rodeada de agua por todas partes, que habitamos, entonces volverá a existir la infancia como un espacio de amorosa protección de la hoy en extinción inocencia infantil.

