Se está dando una situación en la que muchos no han reparado.
Los autores y compositores dominicanos han sido relegados a un plano secundario y terciario en la escogencia de sus creaciones.
Los intérpretes del merengue se han volcado a la compra de los derechos de streaming de temas de compositores foráneos y no de dominicanos. Lo demuestra el hecho de que en los últimos 13 años los tres más grandes éxitos de merengue son de extranjeros.
“Dale Vieja”, que Toño Rosario popularizó en el 2017 es original del cuarteto cordobés “Los Plugieses, feat. Ulises Bueno. Luego tenemos “Mi Forma de Ser”, que catapultó al intérprete Alá Jazá, pero que es original del boricua urbano Farruko. Para completar la trilogía tenemos al Blachy, el fenómeno de la música típica con el tema “Hola Perdida”, un éxito de Luck Ra, Khea, de Argentina. Esos han sido los tres grandes éxitos en versión merengue de los últimos tiempos.
Los compositores criollos están con el grito al cielo en estos tiempos en que la música produce tanto dinero por los derechos autorales.
Con lo que reciben Juan Luis Guerra y Romeo Santos por los pagos, royalties, reproducciones, se pudieran quedar echándose fresco. El negocio de la música está ahora en el streaming. Algunos intérpretes dicen que prefieren conseguir una licencia musical pagando 200 dólares, y no afrontar a compositores criollos, de esos que si el tema se pega , quieren convertir al artista en su esclavo con las exigencias permanentes que hacen. Eso dicen ellos.