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El mensaje sonrisa

El mensaje sonrisa

José Antonio Torres

El lenguaje corporal permite exponer o reforzar el mensaje verbal que estamos enviando durante una comunicación, revelando a nuestro interlocutor las sensaciones, emociones y percepciones de ese momento.

Por eso es que la sonrisa es la mejor carta de presentación de una persona. Una sonrisa fresca, genuina, encantadora y sobre todo sincera es útil para encantar al momento de comenzar una conversación.

También es un excelente recurso cuando el mensaje transmite alegría, diversión o logro, ya que será capaz de reforzar el mensaje para que quien lo escuche lo sienta casi con la misma intensidad que quién lo expone.

El rostro de la persona refleja las actitudes, y reacciones antes los demás y las emociones que una persona siente en un determinado momento.

Por lo tanto, dentro de las expresiones faciales, la sonrisa cobra especial importancia porque a través de ella podemos transmitir mensajes y disimular emociones.

Cada sonrisa tiene un significado especial dependiendo de lo que la persona siente en su interior (placer, alegría y diversión e incluso tristeza).

El psicólogo estadounidense Paul Ekman distinguió nada menos que 18 tipos de sonrisas y describió las expresiones faciales y los músculos específicos del rostro involucrados en esta acción.

En la sonrisa sincera participa el músculo cigomático, se elevan las mejillas y salen patas de gallo (arrugas alrededor de los ojos). Estas últimas son el mejor indicativo de que ese gesto viene derivado de una sensación de alegría real.

La sonrisa falsa, que es la más común entre los adultos, carece de la participación de los ojos como ocurre en la sonrisa de Duchenne (elevación del músculo orbicular cerca de los ojos, cuya contracción eleva las mejillas y produce arrugas alrededor de los ojos) y sugiere que la persona está fingiendo la verdadera felicidad.

En la burlona, los labios se elevan en un ángulo muy pronunciado. Se le conoce como Sonrisa de Chaplin.
Es asimétrica y prolongada. Habitualmente implica que la persona está ocultando sus desdichas.

Las sonrisas genuinas, aquellas que combinan la sonrisa de los labios con la de los ojos, son difíciles de fingir, casi siempre nuestro interlocutor lo notará. Por lo que con covid o sin covid no hay razón para intentar reflejar con los labios lo que el corazón no siente.

De modo que, déjese de vaina y si no vas a sonreir de manera sincera cierre la boca.