Hay que celebrar la auspiciosa labor de la plataforma Rescate Ozama al recolectar 239 toneladas de residuos de la fangosa y contaminada corriente acuífera.
De la cantidad, según los ejecutores del proyecto, el 9% era de plástico, uno de los materiales más contaminantes de los océanos.
Al convertirse en recipiente de desperdicios arrojados por ciudadanos y empresas, el río Ozama es un dolor de cabeza para el medio ambiente.
Puedes leer: Alerta
Pero con el trabajo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y entidades públicas y privadas alientan las perspectivas sobre el saneamiento de su cuenca.
Inka Mattila explicó que el rescate del Ozama también beneficia a las personas que residen en los alrededores.
Con todo será siempre necesario fortalecer la educación ambiental para que la ciudadanía se convierta en guardiana contra la contaminación de los ríos.